¿Es de derechas disfrutar comiendo?

1. Proclama Iglesias que Bildu se integrará en la dirección del Estado. ¿Es una amenaza?

2. En un estado democrático se da por sentado que el gobierno una vez que se constituye es un gobierno para todos, que sus políticas tienen en cuenta al conjunto de la población. Se nos ha dicho, creíamos, que un gobierno socialdemócrata tiene por norte el bien común, en especial el cuidado de los desfavorecidos.

3. Entonces, al conformar un gobierno y buscar estabilidad, teniendo dos alternativas viables, ¿es razonable preferir a los que no han condenado el asesinato de Ernest Lluch y Fernando Buesa y a los que no se han arrepentido de insubordinarse en un parlamento regional contra el Estado (“lo volverían a hacer”) a otras fuerzas democráticas? ¿Es preferible apoyarse en minorías territoriales, muy localizadas, con tradición antisistema a en otras minorías de más amplia base?, ¿en qué sentido es socialdemócrata o progresista aliarse con Bildu en vez de con Cs?

4. Apartemos los criterios morales y atengámonos estrictamente a los políticos, ¿cómo es que pudiendo elegir entre, por una parte, Bildu (270.000 votos) y Esquerra republicana (870.000) y, por otra, Ciudadanos (1.650.000), Iglesias y Sánchez se decantan por la primera opción? ¿No debería un gobierno socialdemócrata para ser el gobierno de todos ampliar en lo posible su base? ¿No es, acaso, una pregunta pertinente?

5. Los partidarios no se cansaban de repetir que el PSOE pactaba con ERC y Bildu porque Cs no le ofrecía una alternativa. ¿Era esa le verdad? Qué es lo que no entiendo, dónde se ha extraviado mi razón.

6. Qué es ser de izquierdas, me pregunto. Quizá, para entendernos, ¿basta con decir que es lo contrario de ser de derechas? Veamos.

“Cuando le pedí que me los definiera (durante el debate entre Kennedy y Nixon, si no me falla la memoria), papá me dijo que republicano era aquel que sólo era capaz de disfrutar comiendo cuando sabía que otro pasaba hambre, una respuesta que interpreté como palabra de Dios por más tiempo del que me gustaría”. (El club de los mentirosos, de Mary Karr).

7. Qué tarea política tan excitante, durante el largo periodo que nos espera, la de restablecer la cordura. 

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Sobre el revanchismo "de género", ahora que acaba de fallecer Enrique Lynch.