jueves, 19 de noviembre de 2020

Als Hitler das rosa Kaninchen stahl (El año que dejamos de jugar)

 



Los traductores al español, más contenidos, nos han ahorrado la traducción literal del alemán que sería algo así como Cuando Hitler me robó el conejito rosa, (quizá cargo el azúcar y un escueto Cuando Hitler robó el conejo rosa sería más correcto). En todo caso tanto la autora de la novela, Judith Kerr, como la de la película, de 2019, de Caroline Link, no han leído la admonición de Adorno: no hagan poesía después de Hitler, o quizá es que los poetas en Alemania ya han sido amnistiados y pueden volver a edulcorar el alma germana, en todo caso cuesta tragar esta historia. La excusa es que se trata de una película infantil (no sé si para niños): a la protagonista, Anna, cuando cumple nueve años en Berlín, Hitler se le echa encima. Estamos en 1933 y los nazis están a punto de cumplir sus amenazas contra los judíos una vez ganen las elecciones. El padre de Anna es un periodista tan crítico que han puesto precio a su cabeza. Así que la familia huye hacia Suiza. Los paisajes alpinos son de ensueño, el pueblecito ganadero (quesos y vinos) de calles estrechas bucólico, sus gentes adorables. Solo una leve sombra empaña el alma de Anna y su hermano, la añoranza de Berlín. Es verdad que a medida que vayan decayendo los ahorros la familia pasará estrecheces. La madre, elegante, guapa y culta, que no dispone del piano berlinés ha de conformarse con un teclado virtual de tela. El padre busca un trabajo en un periódico de exiliados en París y allí se trasladan. Su vida será todavía más estrecha y, encima, la casera les mira mal por ser judíos. De lo que Hitler está haciendo en su país solo sabrán de oídas. Cuando ya está acabando la película, el padre encuentra un trabajo mejor remunerado en Londres y allí, de nuevo, encontrará acomodo la familia.


La película pone en imágenes los recuerdos que Judith Kerr había rescatado de su memoria para la novela, originalmente en inglés, When Hitler Stole Pink Rabbit (1971). Podría pasar como una de tantas historias sobre la infancia si no fuera por el telón de fondo sobre el que esa infancia se recrea. El nazismo en un agujero negro que absorbe todo lo que traspasa su horizonte de sucesos. Por lo que hemos ido aprendiendo sobre todo lo que ocurrió en aquel tiempo ni siquiera podemos hablar de felicidad o infelicidad porque simplemente la humanidad desapareció del horizonte. Así que cómo atender con un mínimo de empatía a esta niña cuya desgracia consiste en tener que abandonar el hogar familiar berlinés. Dos películas recientes muestran el camino para recordar ese tiempo infecto, Jojo Rabbit de Taika Waititi, donde los niños también son los protagonistas (2019; se puede ver en Movistar) y la extraordinaria A Hidden Life de Terrence Malick, (también de 2019 e igualmente en Movistar), también con el paisaje alpino como decorado.


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