Lo que iba a ser una ruta hacia la laguna de Fuentes Carrionas con subida al Tres Provincias y al Peña Labra se ha convertido, tras la medición de fuerzas, en subida al Coriscao (2234 metros), el balcón de Picos, iniciando desde el collado de Llesba, al final de una pista asfaltada que sube desde el puerto de San Glorio. No me quejo. El día espléndido, quizá con algo más calor del necesario, nos ha permitido ver Picos de Europa en todas sus dimensiones, con los tres macizos, el Central (Espinama y Fuente De visibles), el Occidental (el Cares) y el Oriental (Ándara) justo enfrente, además de los picos de la montaña palentina (Peña Prieta, Pico Cuartas, Murcia y Espigüete) a la espalda y el valle de Liébana a nuestros pies. En esta época del año la subida no ofrece gran complicación, solo paciencia y algo de fuerza.
A la vuelta hemos subido el alto de Valdeloso, hasta llegar, al otro lado del parking, al monumento del oso, para después comer colgando de unas rocas en un cerrillo, de cuyo nombre no me acuerdo, por encima del valle de Liébana. Después cervecita en Potes y visita a una iglesia románica desconocida, la de Santa María la Real de Piasca, una joya, antes de subir el Piedrasluengas de camino a Cervera. El problema es que el viaje hasta ahí es demasiado largo.
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