domingo, 18 de agosto de 2019

Open Arms



Mientras veía el Open Arms en la tele, lleno de inmigrantes, el de Médicos Sin Fronteras, lleno, ese viejo pesquero readaptado listo para el rescate, financiado por el gobierno vasco, me preguntaba: qué sucede en esa zona del Mediterráneo central mientras no hay barcos allí, ¿siguen los naufragios? ¿se ahogan los que tienen Europa a la vista al mismo ritmo, con una frecuencia regular o solo salen sus frágiles embarcaciones cuando avizoran barcos de las ONG de rescate? Me gustaría saberlo, pero carezco de esa información. Si fuese así, si los naufragios son recurrentes, diarios, independientes de la presencia de los rescatadores, el periodismo, las grandes cadenas y medios, debería estar allí, contando lo que pasa, porque el gran escándalo no está en los vivos del Open Arms sino en los muertos. Siempre es la muerte el escándalo, no el rescatado o el salvado de las aguas. Es repugnante el plató que han montado en ese barco, con conexiones al minuto, cámaras, llamadas, interpelaciones al Presidente del Gobierno, se diría que planificado como una serie (con guionistas, actores famosos, personajes nuevos, dibujantes, artistas, giros de guión de última hora), exprimiendo como un zumo las emociones de la gente en radio, prensa, tv y redes, sin una mínima reflexión sobre el trabajo callado que, supongo están haciendo, los funcionarios de Bruselas o los de los gobiernos europeos. Estos no forman parte de estados totalitarios, tienen el problema delante y saben que lo tienen que resolver del mejor modo posible, (nos va la vida en ello, la vida moral, nuestra existencia como sociedad), no el caso concreto del Open Arms sino el de la inmigración toda que llega por el Mediterráneo, pero son urgidos por la Dictadura Sentimental que gobierna los medios, de la obtienen sus beneficios a cuenta del entretenimiento de una población necesitada de emociones. Pero no hay pausa, tiempo para la reflexión, el share depende de las emociones agitadas, de la indignación, del cabreo contra los gobiernos por no hacer (no intervenir) o por hacer (intervenir) .

Esta mañana leía este artículo. Esta tarde Google, conocedor de mis preocupaciones me ha enviado este otro (Si alguien piensa en información ideológica que lea esto). No puedo resistir la comparación.


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