De
vez en cuando la oscuridad se apodera del hombre y lo destroza. Lo
hunde en una profunda depresión, se apodera de su mente y le impide
ver la realidad común a sus coetáneos, o
la trastoca, o hace que
asuntos normales y banales para todo el mundo se conviertan es
obsesiones destructivas para él o
que salten las barreras morales que todos vamos acordando
o elabora sustancias químicas en exceso o, al contrario, no las que
debería producir. Tenemos una maquinaria celular y
neuronal que falla a menudo y
de momento podemos hacer muy poco al respecto, aunque sabemos más de
lo que antes sabíamos. Por lo menos hemos desterrado explicaciones
irracionales para dar sentido a esas desgracias: posesiones
diabólicas, brujería, mal de ojo y otras supersticiones y ya no
somos tan bárbaros a la hora de tratar esas enfermedades de la
mente: ya no quemamos en la hoguera o hacemos trepanaciones o choques
eléctricos. Pero sigue habiendo muchas personas que arrastran una
vida penosa. Lo peor, cuando esa máquina defectuosa se
salta todos los pasos y acaba con la propia vida o la de los demás.
Los
psicópatas y sociópatas se han convertido desde hace unos años en
fuente de entretenimiento. Hay montones de películas, documentales y
libros. La mayoría de las veces los presentan como bichos raros, es
decir, como si no formasen parte de la humanidad. Pero lo son, son humanos. En casi todos
nosotros hay aspectos oscuros que la mayoría sabemos y podemos
controlar. La población de
psicópatas es alta. Por el tipo de personalidad que tienen, en la
que las emociones y empatía hacia los demás apenas se manifiesta,
acceden a puestos relevantes en la empresa y en la política. La
mayoría no son asesinos. Lo
ideal sería combinar el entretenimiento con el conocimiento. Saber
cómo funciona su mente, cómo se comportan, qué
se puede hacer al respecto.
Mindhunter
es una serie de Netflix que trata el
asunto. En los setenta el FBI creó un departamento de ciencias del
comportamiento para conocer mejor
la mente psicopática. Desde entonces han estudiado muchos casos. El
objetivo cazar a los psicópatas peligrosos que acaban matando a sus
semejantes y predecir lo que pueden hacer. La serie combina la
reproducción de entrevistas a psicópatas famosos, por
ejemplo Charles Manson, con
actores que se parecen mucho a los originales, con el thriller,
basado en esta segunda temporada en el caso de un asesino en serie
que mató a 29 niños en Atlanta. Es entretenida, apasionante. Lo
mejor de Natflix, para mí. Este año solo ha habido otra serie a su
altura, Big Little Lies,
es este caso en HBO. Es una lástima que Netflix no haya hecho
publicidad de la serie y por ello muy poca gente la está viendo, lo
que me hace temer que corten la producción y no haya más
temporadas.
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