miércoles, 13 de febrero de 2019

Tres películas que se olvidarán pronto




Vice (El vicio del poder)
¿Docudrama se llama esto? La historia de Dick Cheney, interpretado por Christian Bale, explicada como si fuese un documental pero con actores. Cómo me he aburrido. Ni es película ni es documental. Lo peor de todo la falta de objetividad. Su única intención demostrar lo malo que era el vicepresidente de Bush hijo.

Green Book es una película pulida, relamida, sin sorpesas. Un italoamericano del Bronx, aparentemente un tipo duro, ha de acompañar como chófer a un pianista de clásica negro para dar conciertos por el profundo sur. La diferencia entre ambos hace el qué: color de la piel, modales, cultura, carácter. Una admiración aquí, una lagrimita allí, un destello de bondad en el que todos nos reconocemos. Sustituimos a una anciana respondona por un gay introvertido y a un chófer gruñón por otro extrovertido y pasamos de Paseando a Miss Daisy a Green book, Comercial, muy comercial.

Tres idénticos desconocidos juega con una doble sorpresa. La primera que en Nueva York, en 1980, tres jóvenes desconocidos descubren por casualidad que son trillizos idénticos que fueron separados al nacer y dados en adopción. De la noche a la mañana se hacen famosos en todo el país: periódicos, televisión, incluso películas. La segunda sorpresa es superior a la primera: la separación formaba parte de una investigación psicológica sobre el comportamiento de gemelos que crecen en ambientes diferentes, en un caso una familia bien, en las otras una de clase media y otra obrera. La película es un documental. Con un material tan interesante se queda muy corta. La investigación sobre la investigación apenas aporta nada. Se queda, pues, en lo sorpresivo y ya está. Es decir, el documental tiene interés para el espectáculo cinematográfico, pero no para el conocimiento. Una ocasión perdida.
Alguien piensa que la película es mejor de lo que a mí me ha parecido.

No hay comentarios: