domingo, 8 de octubre de 2017

17. Bujara



La tarde se ha escurrido tras el horizonte,
la luna decreciente baña con luz azulada
cúpulas y minaretes
el ruido se sume de golpe
tras las mortecinas luces de restaurantes y hoteles
unos pocos clientes entreabren sus puertas
los vendedores que quedan reclaman
poco convencidos al turista tardío
me alejo solitario del Lyab-i Hauz
el centro con estanque que por la tarde
con su música y terrazas era ciudad europea
un enlosado nuevo sobre el que reposan
radiales medio abandonadas
extiende la ciudad horizontal
impolutos edificios de adobe y ladrillo
recuerdan la urbe imaginada
y aún más allá entre sombras tintadas
emerge la masa de una mezquita enorme
y enfrente una madrasa
y más allá todavía otra y otra más
pero ya están cerrando y el hombre
me dice que vuelva mañana
un hermosísimo minarete coronado
con focos de luz pálida
expande una claridad fantasmagórica
que me absorbe y trastorna
elevándome a un tiempo de poetas
cuyo pálpito quisiera conocer

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