En la ruta que iniciamos hay dos puntos que los ingleses señalaron como fin del mundo, uno pequeño fin del mundo y otro definitivo. Y era porque a estas alturas la niebla, las nubes en realidad, invade el bosque y se convierte en lluvia. El sendero por dos veces acaba en un profundo acantilado que con la niebla no se ve, pero hoy el día ha sido luminoso y las vistas sobre el valle espléndidas. Aparte de los rododendros, un bosque denso nos acompaña durante la ruta, los olores de las plantas, una gran cascada y el canto de la naturaleza invisible. Para bajar hacia las playas del Indico cogemos un tren en Pattipola que durante dos horas al trantrán se mantiene en las alturas, por el cordal de los montes centrales, lleno de guiris y unos pocos del lugar. Las vistas sobre los frondosos valles y las laderas del té es impagable. Después de comer el bus, que sigue bajando por carreteras estrechas y curvadas, con inverosímiles adelantos por parte del conductor, nos deja junto al Parque Nacional de Yala, nuestra visita de mañana.
viernes, 9 de junio de 2017
9. Horton Plains
En la ruta que iniciamos hay dos puntos que los ingleses señalaron como fin del mundo, uno pequeño fin del mundo y otro definitivo. Y era porque a estas alturas la niebla, las nubes en realidad, invade el bosque y se convierte en lluvia. El sendero por dos veces acaba en un profundo acantilado que con la niebla no se ve, pero hoy el día ha sido luminoso y las vistas sobre el valle espléndidas. Aparte de los rododendros, un bosque denso nos acompaña durante la ruta, los olores de las plantas, una gran cascada y el canto de la naturaleza invisible. Para bajar hacia las playas del Indico cogemos un tren en Pattipola que durante dos horas al trantrán se mantiene en las alturas, por el cordal de los montes centrales, lleno de guiris y unos pocos del lugar. Las vistas sobre los frondosos valles y las laderas del té es impagable. Después de comer el bus, que sigue bajando por carreteras estrechas y curvadas, con inverosímiles adelantos por parte del conductor, nos deja junto al Parque Nacional de Yala, nuestra visita de mañana.
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