El termómetro
pasa de 16 a
26 grados desde Plitvice, donde está el Parque Nacional de los Lagos a Rijeka,
en la costa Adriática. Rijeka es una ciudad que ha visto como su potente
industria de la época de la
Yugoslavia de Tito se desmantelaba y se convertía en una más de
las incipientes ciudades turísticas del norte de Dalmacia. Una ciudad a
caballo, históricamente entre Italia y los pueblos eslavos.
Rijeka vivió uno de sus momentos
más chuscos cuando el poeta fascista Gabriele D’Annunzio y sus legionarios la ocuparon y la convirtieron en Stato libero di Fiume. desde 1919 hasta 1924. Después Mussolini la anexionaría a Italia, aunque durante siglos había sido una ciudad del imperio
austrohúngaro. En 1945 los partisanos de Tito la ocuparon a su vez, expulsando a los ciudadanos de origen italiano y convirtiéndola en croata. Para los italianos la ciudad sigue siendo Fiume y la huella de Italia sigue
presente.
Opatija, cercana a Rijeka es una ciudad de hoteles, spas y calas de cemento o roca, donde los ricos occidentales vienen a pasear en chanclas y camiseta, mientras alimentan, barra libre, sus michelines. Sin más historia.
Opatija, cercana a Rijeka es una ciudad de hoteles, spas y calas de cemento o roca, donde los ricos occidentales vienen a pasear en chanclas y camiseta, mientras alimentan, barra libre, sus michelines. Sin más historia.
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