De las
supresiones la más llamativa es sin duda la relativa al cura de Totumos, el
cura que engaña a los camioneros para que no pasen con su carga mortal por su
pueblo. La venganza es terrible en la novela y da pie a una escena del más
salvaje sacrilegio, inaceptable, supongo, para la censura de la época. Sin
embargo la mutación más importante que introduce Clouzot es sentimental, tiñe
todo el metraje y cambia por completo su perspectiva. En la peli, Sturmer, el
protagonista, mantiene una relación íntima con Linda, una prostituta mestiza
que trabaja en El Corsario Negro. Ella está enamorada de él, aunque a él no le
importa ofrecérsela a sus compañeros. Cuando vuelve con su abultada paga piensa
en ella para emprender su nueva vida. En la peli de Clouzot todo ha cambiado:
poco después de comenzada aparece en escena un francés elegante, mayor que Sturmer,
dueño del terreno que pisa, con una autoridad natural. Se produce un flechazo.
En la novela el protagonista es el miedo de principio a fin, el que define las
acciones, la pérdida de reflejos, la violencia extrema, el agotamiento, la insensibilidad
ante el sacrificio de los compañeros. En la peli es el enamoramiento entre dos
hombres rudos y en apariencia insensibles, con momentos de ensoñamiento y de crueldad. Sturmer
admira la autoridad de ese hombre, arroja de sí a Linda por él, se entrega a su
virilidad, pero luego le decepciona su cobardía y no le importa que el camión
pase por encima de él, aunque haya un recorrido final de ternura cuando los dos
hombres en la cabina del camión se acercan al destino, el hombre a punto de expirar,
Sturmer con la mirada perdida . Esas dos perspectivas empapan novela y
película, son el tema que las traspasa y explican el final que siendo el mismo
en ambos casos tiene un significado diferente.
Aunque también nuestra época tiene sus límites. Dudo que el
más osado director actual se atreviese a mostrar a un rapaz, sucio y descalzo,
como el que muestra Henri-Georges Clouzot, al comienzo de su película, con los
genitales al aire, por delante y por detrás. O un maltrato parecido hacia las
mujeres como el que aparece en El Corsario, el garito en el que los hombres
rudos, desesperados, machistas e insolidarios entretienen su tiempo sin valor.
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