lunes, 31 de marzo de 2014

Jeune et jolie

¿Qué pasa por la mente de una chica de 17 años?, ¿qué se imagina que es el sexo?, ¿cómo ve a los hombres, qué espera de ellos?, ¿cómo se supera esa etapa? ¿Cómo ven los hombres maduros a las jovencitas? ¿Por qué van tras ellas? ¿Qué significa relacionarse sexualmente? ¿Cómo ven los padres a las chicas que se les escapan con otros hombres?¿Cómo ve François Ozon todo eso, como hombre, como guionista, como director?

                Isabelle es una chica joven y guapa como dice el título y acaba de cumplir 17 años. Con sus amigas empieza a hablar de sexo, de tenerlo por primera vez. Hablan de hombres y no parecen entusiasmarles los compañeros y amigos de su edad. Isabelle toma una decisión, a través de páginas de citas se ofrece por dinero. No tiene dificultades para concertarlas, conoce a diversos hombres , queda con ellos en hoteles, más o menos lujosos y recibe dinero a cambio, un dinero que guarda en el armario, bajo la ropa. Por el día sigue yendo al lycée, por la noche, ocultándoselo a su madre, acude a las citas. En una de las citas el hombre mayor con el que practica sexo muere. Esa pista llevará a la policía hasta la familia de Isabel. A partir de ahí se abren las opciones del guión. El guión explora al menos dos, la intrusa cuya sola presencia pone boca arriba el engañoso tejido de la seguridad familiar, como en Teorema, de Passolini.  Maridos y mujeres, padres o padrastros seducidos o turbados por la juventud y la belleza, martirizados por la infidelidad. La segunda opción era la de Belle de jour, de Buñuel. La belleza como develadora de las perversiones u ocultos deseos del buen padre o madre de familia. En algunas escenas se atisbaba el traspaso de la frontera, la incomodidad ante lo que se empezaba a sugerir. Pero François Ozon se detiene y reduce el foco a las convencionales relaciones entre madre e hija. Lo oscuro, lo amenazador, lo complejo se diluye en el suave tránsito del desconcierto juvenil a la edad adulta. Una lástima. Sólo al final, hay un ligero apunte, no desarrollado, sobre la relación entre el dinero y el sexo, sobre el valor de la belleza y la juventud a los ojos de los hombres, sobre la autovaloración de las mujeres.

                La puesta en escena es delicada y elegante, tanto como la figura de Marine Vacth. Es agradable mirar, reposar la mirada en la belleza de esta chica. La peli está montada en cuatro tiempos, rotulados con el nombre de las estaciones, apoyadas en cuatro canciones que subrayan el  tema. Sin embargo, se echa de menos la irregularidad, la imperfección, el elemento cochino del sexo, las tinieblas del deseo, todo lo que oculta la bella apariencia.

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