“Avanzar por sus ruinas, casas incendiadas, rascacielos vacíos, espacios ignotos como el downtown pleno de hermosos edificios donde
dicen que ya llegan los coyotes, es una de las emociones más fuertes con las
que puede enfrentarse el viajero contemporáneo. Mileto feneció por el cieno que
la anegó, Pompeya bajo la lava, Cartago por la guerra… En todas ellas la ruina
puede evocar la nostalgia, la terribilitá urbana, el miedo a la
desaparición por alguna suerte de hecatombe. Pero todas fueron ciudades
construidas en piedra en tanto pensadas para permanecer. Detroit es el vértigo,
es la madera que arde, y no deja rastro de las viviendas, junto a los mojones
de que son sus rascacielos, lo único sólido, realizado en “concreto”, es decir
en cemento en la acepción mexicana de esta palabra.”
“Durante una recesión puedes aumentar el gasto o puedes
bajar impuestos. O una mezcla de ambas. Bajar los impuestos para que el dinero
esté en las familias cuando más falta hace y que así aumente el consumo privado.
La recesión llega por el colapso del gasto privado, eso es lo que las define. ¿Cómo
se puede recuperar el equilibrio? O bien logrando que más gente trabaje, es
decir, gastando más el Gobierno. O bajando impuestos. ¿Cuál es mejor? Digamos
que el efecto de bajar impuestos es más incierto, porque las familias, si
piensan que los problemas no se van a arreglar, tenderán a ahorrar más y gastar
menos”. (Robert Skidelsky sobre Keynes).
"Y la educación es uno de los asuntos en los que hay que ponerse de acuerdo. Lo que no se puede es educar sólo en
valores economicistas, sino educar para ser ciudadano.
El sentido de la educación no puede consistir en formar
personas competitivas, sino en educar ciudadanos justos, buenos profesionales y
personas capaces de proponerse metas vitales felicitantes.
Pero la educación debe ayudar también a cada persona a
desarrollar sus mejores capacidades, a empoderarle para que pueda llevar
adelante una vida feliz" (Adela Corina).
"En el fondo, hay muchas similitudes entre el fundamentalismo
científico y el religioso. Necesitan la certidumbre total…
Yo creo en un cosmos creativo, de animales, plantas, gente, estrellas,
galaxias... No creo que exista un Gran Diseñador ni un plan preconcebido, sino
una fuerza creativa e interactiva.
En los últimos 20 o 30 años, si lo pensamos, no ha habido un
gran descubrimiento científico, sino más bien avances graduales. Pero en el
fondo existe un gran déficit de innovación, y todo esto es producto de la
rigidez de la propia ciencia". (Rupert Sheldrake, Doctor en Bioquímica. El mundo. Sabado, 18 de mayo).
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