sábado, 3 de marzo de 2012

Historia de Vicente (Vera) y Cristina



                                                   Versión de La piel que habito                                           

            Imagínate a un chico, Vicente, no demasiado alto, de no muy fuerte complexión, en la flor de la edad, en la treintena, las hormonas a tope. Trabaja con su madre en una boutique, tienen una guapa empleada a la que se insinúa, a la que abiertamente se quiere beneficiar, Cristina, pero ella se lo deja bien clarito, “sólo me gustan las tías, así que vete dejándome en paz”. Pero los caminos del Señor son torcidos o retorcidos, inescrutables se decía antes, como bien sabes. Vicente acude a una fiesta, empastillado como acostumbra, con sus amigos. Conoce a una chica, tímida, envuelta en un mundo de brumas y de insociabilidad, le invita a tomar una pastilla, ella no sabe qué es, salen al jardín de la mansión donde se celebra la fiesta, besitos y arrumacos, ya sabes, la chica en sus brumas aumentadas por la pastilla y él que va más allá de donde debería ir, la chica medio despierta para gritarle “me haces daño, déjame”, él, Vicente, reacciona dándole un golpe y dejándola sin sentido. Vicente, azorado, no sabe que ha pasado, en qué estado queda la chica, aunque se teme lo peor, le arregla las ropas y se va.

            El padre de la chica es un doctor de éxito, un famoso cirujano plástico que perdió a su mujer en un horroroso accidente de tráfico con grandes quemaduras que no pudo solventar como médico; su hija traumatizada por lo ocurrido se suicida; el padre trama un plan. Secuestra al violador, Vicente, y en parte para vengarse y en parte para seguir experimentando con un tipo de piel transgénica que acaba de descubrir, lo va tratando en una serie de operaciones hasta trasformarlo en una mujer bellísima. Ahora Vicente es Vera. Pasa el tiempo, Vera permanece encerrada en una fría habitación del hospital particular del doctor. Éste se olvida de quién es y se enamora de Vera, se acuestan juntos, aunque sin consumar, la operación no parece haber salido tan perfecta como cabía esperar. Pero Vera no olvida, consigue saber donde guarda el doctor una pistola y en un descuido de éste lo mata y luego también mata a la cuidadora/madre que se ocupaba de la intendencia de la mansión. Vera ya está en la calle, va directo a la boutique, ni la madre de Vicente ni la empleada le reconocen. Entonces, en una escena con muchas lágrimas, le cuenta a Cristina su increíble historia. El final de la historia lo puedes poner tú, no te va a costar mucho imaginarlo.




No hay comentarios: