miércoles, 13 de julio de 2011

Cuestiona la autoridad. Piensa por ti mismo

Joichi Ito, 44 años, director del Media Lab del Instituto tecnológico de Massachusetts:
Cuestiona la autoridad. Piensa por ti mismo. Sé libre en tu modo de actuar. Y permite el libre acceso.
El mercado asume que todo el mundo es egoísta y que el comportamiento egoísta es la fuerza que permite la asignación de recursos. Esta metáfora funcionaba en un contexto de escasez. No creo que los mercados y los banqueros vayan a arreglar esto. Creo que, de algún modo, algo contribuirá a que cambien las cosas. El software de código abierto, las ONG, los emprendedores sociales, las redes sociales e Internet servirán para dar el poder a la ciudadanía. 
El voto es una manera muy pobre de saber lo que la gente quiere. En el pasado era la única forma de recoger la opinión popular, pero la gente ahora puede hablarte directamente a través de las redes sociales. Creo que las voces serán más importantes que los votos. El periodismo es importante, pero lo importante es encauzar la voz de los ciudadanos, como ocurre con los procesos de democracia deliberativa: tomas una muestra aleatoria de población, la encierras en un cuarto y los pones a debatir; al final, esa muestra de gente es capaz de llegar a tener una opinión muy específica sobre cuestiones complejas como los impuestos o el sistema de salud. El ciudadano medio tiene mucha más capacidad de participar en la gobernanza de lo que se piensa, si se le da la información adecuada y se le hace ver que su voz está siendo escuchada.
Yo creo que se puede cobrar, pero hay que ser cuidadoso con dónde cobras y por qué cobras. Conseguir que el cobro venga en la cuenta de teléfono, por ejemplo, no es una mala idea. Hacer que alguien pague por leer un artículo causa una gran fricción. La publicidad es una manera indirecta de cobrar. Hay que pensar en el consumidor y en el producto: no hay problema en cobrar, pero no puedes cobrar por cosas que la gente no quiere.
Al principio será difícil porque el cliente está acostumbrado a ser tratado como un criminal pero cuando pasen unas generaciones, será un mecenas, un patrocinador. No pagará por lo que no le gusta, pero sí por lo que le gusta. El problema es que se ha roto por completo la confianza entre el consumidor y el creador. Si se reconstruye la confianza, el dinero fluirá. Solo hay que librarse de los intermediarios. Nadie quiere pagar a los grandes medios de masas porque no los ven como amigos. Si conectas directamente al periodista con el lector o al músico con los fans, se solucionará el tema de los pagos".

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Nigel Kennedy (Brighton, 1956), violinista,
Solo tengo dos barreras infranqueables: odio la música country y el tipo de música donde la gente hace como que toca un instrumento o que canta ante la cámara. No lo soporto. Se ve mucho de eso en televisión con gente como Madonna. El playback es una mierda. No está mal tener algunos elementos grabados, pero si estás delante del público, te jodes y tocas. No hay otra.
En la música clásica nunca he entendido el motivo por el que todo el mundo debe vestir la misma ropa, como si se hubieran puesto de acuerdo en hacerlo. Es algo que no me ayuda a mejorar mi música, si acaso hace que sea peor. Por eso, desde el primer momento, he pasado de todo eso. Quiero vestir algo que me permita moverme y sostener el violín de una forma natural, esa es la razón por la que llevo el mismo jodido traje desde hace 12 años.

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