Una sociedad de chismosos

 

‘El pasado nunca está muerto, ni siquiera es pasado’. William Faulkner

Estamos volviendo a la trampa del chisme, ¿una involución de la civilización?

El homo sapiens no era muy diferente de nosotros física biológica y genéticamente hace 150 o 200.000 años y sin embargo no creó formas de civilización hasta hace 12.000 años en el llamado Neolítico Superior. Qué lo impedía, qué ocurrió durante todos esos cientos de años para que no se diese el salto a la civilización. Para explicarlo hay diferentes hipótesis: quienes piensan que aparecían formas de civilización y desaparecían; quienes piensan que solo la adopción de la agricultura fue decisiva, hipótesis contrarrestada por la evidencia de agricultura sin civilización; una tercera hipótesis sugiere la ‘trampa del chisme’. Antes del Neolítico las pequeñas sociedades estaban sometidas a la presión social, nadie podía destacar porque el grupo no toleraba que sobresaliese. Aquí aparece el número de Robin Dunbar: 150 es el número de personas con las que solemos relacionarnos habitualmente -gracias al lenguaje; el lenguaje surgió básicamente para cotillear. Se ha de sobrepasar ese número para que comiencen a establecerse instituciones formales a partir de las que la presión social no influye y los talentos individuales pueden prosperar. Es entonces cuando comienza la civilización. Es la tesis que defiende en este ensayo Erik Hoel comentando el libro de David Graever y David Wengrow The Down of Everything (El amanecer de todo), donde trata de resolver la llamada paradoja inteligente: si los humanos han existido durante 200.000 años ¿cómo es que la civilización es tan reciente? ¿Por qué hemos estado atrapados en el largo periodo prehistórico durante tanto tiempo? Una paradoja comparable a la paradoja de Fermi: la aparente contradicción entre el número de galaxias estrellas y planetas y, por tanto, de la posibilidad de civilizaciones inteligentes y la ausencia de evidencia de dichas civilizaciones.

La ‘trampa del chisme’ explicaría la paradoja inteligente o paradoja sapiens: el chisme -poner verde a los que destacan- era el modo de organizarse socialmente, un proceso de nivelación social. Eso impidió durante tanto tiempo el salto a la civilización: normas abstractas y neutrales por encima de los gustos y deseos particulares. Las sociedades grandes nos liberan de la trampa del cotilleo; la civilización nos hace inmunes. La trampa de la nivelación social impide el surgimiento de lo interesante, la cultura, la tecnología, el arte, nuevas ideas y desarrollos, es decir, la civilización. "Todos los recursos cognitivos se destinan a la gestión de la reputación en el grupo, a ser popular, sin dejar nada en el depósito para la invención, la creatividad, el arte o la ingeniería." Erik Hoel no se conforma con explicar el enorme lapso entre el surgimiento del homo sapiens y la civilización con su hipótesis del chisme, sino que lo traslada al presente. La amenaza contenida en la tesis es que actualmente a través de las redes sociales (Twitter, WhatsApp) estamos volviendo a un modo de nivelación social parecido al que existía antes de la civilización. Ergo, nos la estamos cargando. Estamos volviendo a lo que la sociedad era en la prehistoria, una especie Sálvame a lo bestia o en la imagen del autor a una escuela de secundaria.