Nunca he escuchado en las teles amigas ni he leído en el periódico de la mañana decir o escribir que sanchez ha cambiado de opinión, que lo que ahora dice contradice de plano lo que dijo. Hoy, en la única emisora a la que concede entrevistas (tan solo dos en el año político; lo suyo es la escenografía operística y los aplausos), ha reconocido que ha cambiado de opinión en relación a los indultos, frente a los que antes se manifestó contrario. Así que los medios afines que son casi todos han convertido esa rectificación en triunfo. Lo que antes no se mencionaba o se ocultaba aparece de golpe como un golpe de timón brillante. En todo el asunto se nota un 'depende': depende de a quien se hayan de aplicar (si se trata de golpistas, sí a los nacionalistas, no a los de extrema derecha); depende de a quien se puede rehabilitar (no a los corruptos, sí a los separatistas); respecto de que 'hay que hacer algo', el mantra de los terceristas, depende (nada con respecto a los que practican la violencia sexual, todo con aquellos que practican la violencia nacional). Así que, para qué queremos jueces si el Uno se toma la potestad discrecional de decidir en cada momento qué es lo más útil, independientemente del largo proceso de análisis y deliberación en que consiste la justicia, cuya virtud es sustraerse a las pasiones. Será por eso que los curas lo apoyan: ellos no están por la justicia terrenal sino por la absolución desde el concesionario, guardando los secretos.
Si antes alguien en oposición hacía ver las sonrojantes contradicciones se le reprochaba que hablase por él la ideología. El reproche inaceptable es ahora útil pragmatismo. Nada de lo que haga o diga sanchez está mal. Todo lo que le concierne, como en el cerdo es aprovechable para su glorificación. Es posible que alguno de los que le cortan y pegan los discursos esté ahora mismo componiendo un nuevo 'Príncipe'.
Como en la neolengua del '1984' de George Orwell las palabras que sanchez pone en circulación significan exactamente lo contrario de lo que tradicionalmente significaban, así sucede con 'concordia', por lo que estamos oyendo decir a su privilegiado interlocutor Junqueras: “Ahora más que nunca, ante la represión que hemos sufrido y sufrimos , la independencia es un deber”
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