miércoles, 29 de abril de 2020

Verdad y mentira



Hay otro libro de Hannah Arendt que tiene tanta o más actualidad que los comentados anteriormente: Verdad y mentira en política. En realidad es una edición que agrupa dos libros diferentes: Verdad y política y Mentira en política.

Frente a Platón que menospreciaba la opinión política, por contingente, enfrentada a la verdad filosófica, que es eterna, Hannah Arendt (HA) celebra el conflicto de opiniones como constitutivo de la vida política. Para que haya opinión libre y razonada, HA señala que se requiere una comunidad de individuos políticamente iguales, que se expresan sin temor a que una autoridad distinga a unos por encima de otros. También una disposición a escuchar a quien piensa diferente.
"Nadie ha dudado jamás que la verdad y la política nunca se llevaron demasiado bien, y nadie, por lo que yo sé, puso nunca la veracidad entre las virtudes políticas. Siempre se vio a la mentira como una herramienta necesaria y justificable no sólo para la actividad de los políticos y los demagogos sino también para la del hombre de Estado. ¿Por qué? ¿Qué significa esto para la naturaleza y la dignidad del campo político, por una parte, y para la naturaleza y la dignidad de la verdad y de la veracidad, por otra? ¿Está en la esencia misma de la verdad ser impotente, y en la esencia misma del poder ser falaz?" (Verdad y política).

Las opiniones no son hechos. "La libertad de opinión es una farsa, a menos que se garantice la información objetiva y que no estén en discusión los hechos mismos". HA señala el peligro cuando la distinción misma entre verdad y falsedad es puesta en cuestión, cuando a las personas deja de importarles si algo es verdadero o falso.

HA no ha vivido este tiempo pero lo previó cuando escribía que las mentiras resultan más plausibles y atractivas a la razón que la propia realidad, dado que el que miente conoce de antemano lo que la audiencia desea escuchar.
"Las personas que sienten que han sido descuidadas y olvidadas añoran una narrativa que pueda darle sentido a la ansiedad y a la miseria que están experimentando, una narrativa que prometa una redención de sus problemas. En una situación tal, un líder autoritario puede aprovecharse de las ansiedades que la gente experimenta y desdibujar exitosamente la distinción entre las mentiras y la realidad. Los argumentos y los hechos realmente no importa para dicha propaganda. Una historia ficticia atractiva puede estar blindada contra la verdad fáctica, la realidad y los argumentos". ("Mentira en política").

Tan corrosiva como la mentira en política es la imposición del pensamiento unánime, la unanimidad ideológica, la imposición de una ‘verdad’ que es la verdad de unos contra otros, una tendencia que fue ‘perfeccionada’ por los regímenes totalitarios. HA reflexionó sobre ello cuando se debatía la creación de un Estado-nación judío en Palestina. HA, junto a una minoría, prefería una federación donde los judíos aprendieran a vivir junto a los árabes en una misma comunidad compartiendo los mismos derechos. Los dirigentes sionistas, huyendo de la realidad demográfica de Palestina, veían la propuesta como una traición. Las consecuencias de esa actitud las conocemos.
Una opinión unánime es un fenómeno muy inquietante, característico de nuestra época moderna de cultura de masas. Destruye la vida social y personal, que se basa en el hecho de que somos diferentes por naturaleza y convicciones. Sostener diferentes opiniones y ser conscientes de que otras personas piensan de manera diferente sobre el mismo asunto nos protege de esa certeza casi divina que bloquea toda discusión y reduce las relaciones sociales a las propias de un hormiguero. Una opinión pública unánime tiende a eliminar físicamente a los discrepantes, pues la unanimidad de masas no es el resultado del acuerdo, sino una expresión de fanatismo e histeria. En contraste con el acuerdo, la unanimidad no se limita a ciertos objetos bien definidos, sino que se extiende como una infección por todos los asuntos que guardan entre sí alguna relación”. (“Salvar la patria judía”).


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