Cuando
haya pasado este tiempo nos daremos cuenta de todo lo que hemos perdido, un intervalo que nos ha hecho más pobres, más torpes, más
infelices. Nos recuperaremos, pero habremos pasado por un purgatorio
innecesario. No todos, claro, los conductores, los directamente implicados son felices estos días en el tobogán cambiante de las
emociones extremas, felices e infelices a un tiempo, entusiasmados y
hundidos, a costa de la vida ordenada, moderada, con expectativas
variadas de todos los demás. Habrá que analizar por qué hemos llegado hasta aquí y por qué durante tanto tiempo hemos sido tan pasivos ante el infortunio que se anunciaba.
lunes, 20 de noviembre de 2017
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