|
Mes de Muharram, equivalente a octubre. El país celebra los diez días del martirio de Husáin, la Ashura. Calles con banderolas negras. Hombres la mayoría, mujeres, todos vestidos de negro, de arriba abajo. No cesa el tráfico caótico, ni el calor agobiante del día. A la caída del sol se reúnen las cofradías en torno a la mezquita. Son los hombres los que celebran. Te y bandejas de arroz para los curiosos turistas, encantados de confraternizar. Cánticos colectivos a modo de salmodias que acompañan con golpes de pecho continuos y rítmicos, y gimoteos por la muerte del nieto del profeta hace tantos siglos. Si la vida vale poco en cualquier ocasión y lugar, tan presto se la lleva el viento, aquí se presenta como mera calderilla: un hombre no vale nada, es uno más dentro de la cofradía, eso te dicen cuando te invitan a te y pastas, ven, únete.
Abarkouh
En
la autovía que lleva a Abarkouh
jóvenes
en traje militar
enmarcan
en un rombo su seria dignidad mortal
caídos
en la guerra contra el Isis
quizá
alcancen la promesa de las jóvenes y vírgenes
su
sed sea saciada su paladar endulzado
pero
quién dará fe de que su martirio
ha
multiplicado por diez la recompensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario