Ante una
realidad nueva o confusa nos encontramos inermes por falta de vocabulario o
porque las ideas que la pueden explicar no acaban de aclararse o de definirse,
por eso cuando viene alguien con palabras nuevas o con un enfoque nuevo de pronto
se despeja la niebla y el panorama se ilumina:
1. “Hace 10 años di una clase de filosofía en la cátedra de
Niza y critiqué los argumentos de Santo Tomás de Aquino. En el descanso, un
joven musulmán, muy amablemente, me dijo que no comprendía que criticara a
Santo Tomás: si es santo, no se le critica”.
“La
libertad da miedo. Es el tema del último libro de Houellebecq, de hecho. Un
taxista me dijo el otro día que procuraba no escuchar música porque la
consideraba como una droga que hace olvidar las plegarias y los principios. Me
decía que lo bueno que tiene la “verdadera” religión es que hay reglas para
todo: para comportarse en familia, con los amigos, con los enemigos; hay
plegarias antes de comer, antes de entrar al baño; es una vida enmarcada, uno
está a gusto así. Era un hombre inteligente, pero no había posibilidad de
argumentar, yo era un infiel”.
“Creo que
veremos la constitución de un partido político musulmán en Francia, igual que
hubo demócrata-cristianos”.
2. La sociedad ha sustituido el pensamiento y la reflexión
por el sentir, por la inmersión en las experiencias y, especialmente, el placer.
La consecuencia es que el individuo retrocede y ya no sabe muy bien quién es
porque se disuelve en las experiencias y en el placer".
3. “El populismo no significa obligatoriamente demagogia”.
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