Caixaforum
viene especializándose en los últimos años en grandes exposiciones didácticas
sobre grandes temas culturales o de civilización. Es el caso de la actual Mediterráneo, donde se hace un repaso al
nacimiento de la civilización occidental.
En base a esculturas, pinturas, cerámicas, mosaicos y pequeños objetos
decorativos la exposición recorre los momentos y los temas que en el mundo mediterráneo
llevaron del mito a la razón, de la tribu a la ciudad, de la tiranía a la
democracia, de la oscuridad a la organización racional de la sociedad, a la emergencia,
en palabras del texto de la muestra, del espíritu europeo. El contexto es la
red de comunicaciones que entre egipcios y griegos, orientales y romanos se
establecieron a través del Mediterráneo, pero, en realidad, es la historia
griega la que se repasa a través de sus mitos, dioses, héroes y aventureros, la
aparición del pensamiento y la ciudad, la organización política, la democracia,
sus instituciones y también sus exclusiones, y por fin del hombre como entidad
separada, cuerpo primero y alma después, y con ella del espíritu como forma
nueva de concebir la actividad humana, la religión, las relaciones entre
culturas.
Como en el
resto de grandes exposiciones de Caixaforum, el texto explicativo es
fundamental. Hay que dedicar tiempo a leer los textos que acompañan a los objetos
artísticos para comprender lo que se quiere explicar. Lo que tiene ventajas e
inconvenientes: es una exposición para aprender pero organizada bajo un punto
de vista particular, el de quienes la organizan. Abarca periodos muy largos,
con mucha información bien presentada, pero el hilo filosófico o histórico se
impone a la apreciación de los objetos artísticos que quedan en un segundo
plano; el visitante lo fía todo a lo que le cuentan sin hacerse una idea propia
sobre lo que ve. Aceptando las premisas de los organizadores, la labor de esta
institución es encomiable y resuelve la mitad del trabajo de profesores o
animadores culturales que se decidan a hacer participar a sus alumnos o clientes.
El disfrute es más intelectual que sensorial, de aprendizaje más que emocional.
Tiene que ver con la actual pasión de las instituciones por cultivar al público,
con el peligro de la uniformización, ciudadanos de vuelta a la infancia.
Menos didáctica,
más estimulante resulta una segunda exposición, en el mismo Caixaforum Madrid, las instalaciones de
la norteamericana Roni Horn que se presentan bajo esta frase de Pessoa: “Todo
dormía como si el universo fuera un error”. Entre las varias que ofrece, me ha
interesado la serie de fotografías de la cabeza de una mujer recién emergida
del agua, titulada You are the Weather.
Sólo se presenta la cabeza, con el pelo recogido y el rostro limpio, para que
se vea con intensidad su expresión. Son muchas fotografías, aparentemente todas
iguales, pero enseguida se aprecian las diferencias, el estado de ánimo
ligeramente cambiante, por el momento en que cada una de las fotos fue tomada.
Una mirada reposada y atenta advierte las sutiles diferencias de ese rostro que
se abre o se cierra a quien lo está mirando. En otra serie y en otra sala, la
misma mujer aparece 14 años después también surgiendo del agua, también con el
pelo recogido y el rostro limpio, ahora ya con arrugas en la frente y en las
comisuras.
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