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Don Tillman
es un profesor de genética en la universidad de Melbourne. Es un individuo
dotado con una inteligencia práctica, una gran memoria y capacidad única para
ordenar su vida, de modo que no pierde el tiempo en nimiedades. Pero tiene un
problema, es incapaz de manejarse socialmente. Como el dice, su mente está
configurada de modo diferente al resto de las personas que tienden a verle como
un raro. Es incapaz de tener sentimientos hacia los demás, de emocionarse con el arte, de entender los dobles sentidos en la conversación, las bromas y chanzas. Lo procesa todo como información, por lo que visto o escuchado o degustado una vez ya basta. Por ello no tiene muchos amigos, sólo dos: otro profesor, Gene, un catedrático de
psicología, y su esposa Claudia. Gene está muy interesado en la atracción sexual
humana, a la que considera determinada genéticamente y tiene un plan para
verificar su teoría, acostarse con mujeres de todas las nacionalidades posibles, algo imposible en el caso de Don que siente repulsión al contacto físico.
Dadas las dificultades para relacionarse con las mujeres, inducido por Gene,
Don concibe un cuestionario que le permita seleccionar a la mujer ideal: “Un
instrumento científicamente válido, de diseño específico y que incorporase las
mejores técnicas actuales para cribar a las malgastadoras de tiempo, las
desorganizadas, las exigentes con los sabores de helado, las susceptibles al
acoso visual, las pitonisas, las lectoras de horóscopos, las obsesas de la
moda, las fanáticas religiosas, las veganas, las espectadoras de deportes, las
creacionistas, las fumadoras, las analfabetas científicas y las homeópatas,
hasta llegar, idealmente, a la compañera perfecta o, siendo más realistas, a
una preselección de candidatas manejable”. Después de citarse con algunas de
las candidatas perfectas, según el cuestionario, Don topa con demasiados imprevistos y como cabía
esperar es una mujer, un desastre según el cuestionario, la fumadora, bebedora e impuntual Rosie, una camarera
que combina su trabajo con un doctorado en psicología, con la que se acaba
entendiendo. Durante la mayor parte de la novela, Don vivirá estresado entre su incomprensible atracción por esa mujer -Don es incapaz de entender la pasión romántica- y la lógica de la investigación que le dice que esa mujer está totalmente contraindicada.
El proyecto
esposa es una novela llena de situaciones cómicas, en la que se juega con los
problemas sociales de autistas, asperger y otros individuos con problemas de configuración mental y en la que se saca punta a
los proyectos de investigación de psicólogos y genetistas, los personajes que
recorren sus páginas. Aunque a veces el autor, el novel neozelandés Graeme Simsion, se pierde, y pierde al lector, en
algunas disquisiciones técnicas relacionadas con dichas profesiones, en general me
he divertido con las aventuras de Don, su falta de empatía y su voluntad para
modificar su conducta y hacerla más convencional. Por supuesto, la realidad es mucho menos complaciente para quienes padecen dichos síndromes. Sé de qué hablo.
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