jueves, 15 de marzo de 2012

Enciclopedias


        
            La Enciclopedia Británica deja de sacar ediciones impresas, 244 años después de la primera edición. En algunos momentos de la historia hubo hombres que afirmaron saberlo todo, como Pico de la Mirándola, alguno se jactó de poder escribir un libro dando cuenta de todo el saber acumulado, tal fue el caso de Plinio el Viejo con su Historia Natural; Diderot pensó que para su Enciclopedia Universal bastaría congregar a los sabios de su tiempo. Lo cuenta Alberto Manguel. La Enciclopedia Británica pasó por ser durante un tiempo la cumbre del saber contenido en unos cuantos tomos, la ilusión de que todo el conocimiento del mundo podía estar al alcance de la mano. Internet ha trastocado ese mundo: accesibilidad, cantidad, inmediatez. Qué pueden hacer las 120.000 entradas de la Británica comparadas con los 4 millones de artículos en inglés acumulados por Wikipedia en sus once años de vida.

          Sólo la nostalgia ha podido mantenerla unos pocos años más: 
"La enciclopedia virtual es sin duda más veloz, más fehaciente, más al día (un intrépido explorador de la Red afirmó que la Wikipedia contiene diez veces menos errores que la venerada Britannica). Sin embargo, hay en la lectura demorada, en la curiosidad sin prisa, en la vista material de las riquezas que la vasta enciclopedia de papel prometía, algo que no puede remplazarse con mera eficacia electrónica. Quizás sea la nostalgia de saber que no podíamos saber todo". 
          El mundo de las enciclopedias ha pasado. La Wikipedia es un sombra del conocimiento actual. Se estima que en 2022 el 90% del acervo de conocimiento humano se habrá producido en la última década. ¿Cómo sintetizar o condensar o resumir todo ese saber?

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