Leyendo los comentarios y análisis de economistas, políticos
e intelectuales europeos percibo un pesimismo atroz, no sólo sobre el fin del
euro, sino de la propia Unión Europea y la recaída en sociedades arruinadas,
locales, tribales, reproduciendo el paisaje medieval. Son analistas británicos,
italianos, franceses, españoles, a muchos de los cuales respeto, de los que he
leído libros que me han entusiasmado, como Emmanuel Todd o Gasthon Ash. Y sin
embargo, a mí me sucede lo contrario, me acomete un optimismo quizá
desproporcionado, pero no creo que engañoso. Yo veo esta crisis como una enorme
oportunidad y que cuando salgamos lo haremos más fortalecidos, en mejores
condiciones para afrontar el futuro. Aunque sólo fuera para soltar los lastres
que nos han llevado al hoyo ya habrá merecido la pena: ese paisaje de
subvenciones por doquier, de empresas públicas montadas para ocultar deudas, de
políticos corruptos que han utilizado el servicio público para sus asuntos
personales o para favorecer a sus amigos, el derroche insoportable en políticas
vistosas pero imposibles - el gasto público subió entre 2007 y 2010 del 38% al
47% del PIB; los ingresos del Estado cayeron en el mismo periodo del 42% al
35%-, el alto porcentaje de la economía sumergida que no tributa al fisco, el
alto nivel de empleos públicos o asociados improductivos e innecesarios -¿cómo
es posible que ahora se discuta los miles de liberados sindicales tengan que
pasarse o no por su puesto de trabajo?-, la falta de inspección para que los
trabajadores cumplan con su contrato, para que las empresas cumplan la
normativa, para quien no paga a hacienda pague -¡70.000 millones de fraude
fiscal!
¿No existen en el país políticos valientes que acaben con
tal situación, capaces de hacer las reformas necesarias que el país necesita:
régimen laboral que acabe con los contratos basura, educación exigente de
calidad, justicia ágil y despolitizada, prohibición del derroche público,
cárcel para los corruptos, eliminación de las administraciones duplicadas o
triplicadas, separación de política, empresa y periodismo? Espero que los que
ahora entren en el gobierno sean valientes, se atrevan y que si es necesario se
quemen en la tarea.
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