P: ¿Qué deberían hacer los gobiernos?
R: Dejar caer a quienes han hecho las cosas mal, como Grecia,
Citibank y Wall Street. Se está rescatando a gente incompetente a costa de
gente competente. Quienes ahorraron e invirtieron ven ahora cómo el Gobierno
rescata con su dinero a quienes compraron casas y coches a crédito. Estados
Unidos está destruyendo su clase ahorradora, la que desarrolla un país. Hay que
dejar caer a los incompetentes.
P: ¿No hay una solución menos dolorosa?
R: Hay dos formas de enfrentarse a estos problemas: a la
japonesa o a la escandinava. En los años 90 los japoneses no dejaron que cayera
nadie, rescataron a todos los que se habían metido en problemas. Mantuvieron
bancos zombies y empresas zombies, auténticos muertos vivientes. Y así llevan
dos décadas perdidas. Las acciones japonesas han perdido un 80% de su valor
respecto a 1990. En Escandinavia entonces tenían problemas similares y no
rescataron a nadie. Pasaron tres años muy malos, pero ahora Suecia es uno de
los grandes éxitos de las últimas décadas.
Estados Unidos e Inglaterra están haciendo lo mismo que
Japón. Tampoco va a funcionar, nunca ha funcionado. Hemos perdido una década y
perderemos dos o tres más. O quizá será como cuando España entró en declive y
tendremos tres o cuatro siglos de decadencia.
P: Tenemos elecciones dentro de dos semanas. ¿Qué le
recomienda al futuro gobierno?
R: Que recorten el gasto con una motosierra. Es la única
solución. Nadie va a ganar las elecciones con ese programa, o si las ganara lo
asesinarían o derrocarían al cabo de un año porque las medidas que hacen falta
son demasiado dolorosas. La gente en España y en Europa todavía no está
preparada para aceptar esto. Sin embargo, no hay otro camino, sería un dolor
temporal, pero necesario.
P: ¿Los especuladores crean problemas, o reaccionan ante
ellos?
R: Los especuladores no sólo no crean problemas sino que los
arreglan, porque detectan que algo va mal y dan la voz de alarma. Los que
venden bonos de Grecia no han hecho nada incorrecto: no se endeudaron, ni
falsearon las cuentas, ni mintieron sobre sus finanzas. Pero sí fueron los
primeros en darse cuenta de que el gobierno de Grecia había hecho todas esas
cosas. Quienes venden lo hacen por alguna razón, son los mensajeros que avisan
de que hay problemas.
P: ¿Hacer lo que le gusta es un componente fundamental de su
felicidad?
R: Sí. La gente que hace aquéllo que le gusta es la que más
éxito tiene. No hay que escuchar a los profesores ni a los padres. Si te gusta
ser jardinero, eso es lo que tienes que ser. Un día tendrás una empresa de
jardinería por todo Asia y entonces tus padres y tus profesores, que nunca
quisieron que fueras jardinero, te dirán que te animaron a serlo desde el
principio.
“Por un lado, los Gobiernos están empleando ingentes
recursos para salvar a los bancos y las instituciones financieras; por otro, el
paro o la pobreza, por no hablar de la educación o de la inversión en ciencia, no
han recibido un tratamiento equivalente en la agenda política. Esta alteración
de las prioridades está provocando una pérdida de legitimidad de las
instituciones.
Se ha manifestado una curiosa paradoja durante estos últimos
años, y es que, cuando las instituciones financieras entraron en crisis, su
poder no disminuyó sino que se ha acrecentado. Todo el mundo está obligado a
hablar el lenguaje económico y a entender lo que ocurre, incluidos los expertos
que no supieron prever los acontecimientos. Es imposible escapar a la economía,
y de ahí el incremento del poder de las instituciones financieras”.
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