jueves, 27 de noviembre de 2008

El caso de la independencia de Groenlandia

Si se siguen los pasos que los independentistas desean Groenlandia conseguirá la independencia en 2021. El martes pasado votaron a a favor de ampliar su autonomía el 75,54% de sus habitantes.
"En 2021 se cumplirán 300 años de la colonización y no queremos 300 más"
El quid de la cuestión está aquí: el control de sus recursos petrolíferos. Se calcula que en esa zona hay crudo en cantidades superiores a toda la producción del mar del Norte y a la mitad de las reservas de Arabia Saudí, una riqueza que permitiría ser autosuficiente a este país que ahora vive de la pesca y de la subvención anual de Copenhague (cerca del 30% de su PIB).
La isla -la mayor isla del mundo, excluyendo a Australia- tiene apenas 57.000 habitantes de los cuáles 40.000 se dicen groenlandeses, mezcla de Inuit y europeos. Es curioso porque en 2005 sólo tenía 14.500, lo que quiere decir que algunos listillos están cambiando rápidamente de domicilio.

Esa enorme isla, esos enormes recursos (petróleo, gas, oro, uranio, zinc y plomo) serán disfrutados por unos pocos privilegiados. ¿Por qué? ¿Cuál debe ser el criterio para que un grupo de hombres decida mediante referéndum proclamar la independencia de un territorio? ¿Cuántas veces debe realizarse el referéndum pro independencia? ¿Tantas como las que fueren precisas hasta que salga el sí? ¿Una vez haya salido el sí podrá volver a repetirse el referéndum para satisfacer a los que desean el no? ¿Dónde está el límite territorial? ¿Podría, por ejemplo Álava, en una Euzkadi independiente, realizar el suyo, o el Baix Llobregat en Catalunya o el barrio de Gracia en Barcelona?
La autodeterminación no pasa de ser "una bobada" -Gellner dixit- porque no resuelve ningún problema que no pueda solucionarse por los procedimientos democráticos ordinarios; mientras que su invocación puede contribuir, y con frecuencia contribuye, a hacer irresolubles esos mismos problemas.
Está de moda entre los ricos glamurosos comprar grandes parcelas en la Luna. Imaginemos que, cuando dentro de un tiempo nuestro satélite sea habitable, esos ricos, cuyas fortunas tienen un fuerte olor a podrido, decidan declarar la independencia de la Luna. Si nadie se lo impide, ¿por qué no lo habrían de hacer?

2 comentarios:

Puigmalet dijo...

Rumors de secessió baixllobregatina... Interessant!

Toni Santillán dijo...

Ya ves hasta dónde llega el delirio adolescente.