lunes, 31 de mayo de 2010
Una señora vestida de negro
Me faltan los detalles, y eso en una historia es lo más importante porque es lo que la hace creíble, pero aún con el solo cañamazo no me resisto a contarla. Un día apareció por el colegio una señora vestida de negro, falda hasta la rodilla y pañuelo en la cabeza. Es difícil ver a alguien de esa guisa, pero en la España de adentro aún se puede ver algún caso. Estaba en los cincuenta, pero conservaba la belleza que muchas mujeres de esa edad se resisten a perder. No es la lozanía, los facciones tersas, la sonrisa vivaracha lo que las hace bellas, sino la elegancia en el desplazamiento, la contención del gesto, el moroso desarrollo de las frases que parecen dichas más que para retener la atención para mostrarte que se te tiene en cuenta, que no eres uno más que dilapida su tiempo. Alguno conocía la historia y comenzó a hablar. Era la viuda de un conocido abogado que acababa de despedirse de este mundo. Al parecer, se llevaban casi tres décadas. La mujer parecía entristecida. La historia venía de muy lejos. El abogado había estado muy enamorado de una chica de la ciudad, un largo noviazgo que no acabó en boda. El abogado permaneció soltero, no así la mujer que se casó y tuvo una hija. Aún así no se perdieron de vista, la ciudad no es inabarcable y casi todo el mundo está al tanto de sus convecinos. La hija cumplió años, conoció al abogado, un hilo de simpatía se tejió entre los dos y con el tiempo se casaron. Vivieron muchos años juntos, tuvieron un par de hijos hasta que no hace mucho el abogado prestando atención a las exigencias de la edad se despidió de su bella esposa. El que contaba la historia no sabía mucho más y aunque nos quedamos intrigados no pudimos reconstruirla por completo, sino tan sólo formular preguntas maliciosas y conjeturas fútiles.
Al cabo de unos días vino un hombre joven a hacer unas gestiones. Habló de pensiones, indemnizaciones, del dinero que a los deudos del abogado muerto podía corresponderles por sus largas aportaciones a la caja del colegio. Le preguntaron en nombre de quién hablaba. Mostró su tarjeta de visita, abogado también él. Dijo representar a la viuda. Cuando la puerta se cerró tras él hubo miradas interrogativas. Alguien que no había estado el día que conocimos a la viuda aclaró el asunto. Era un amigo del matrimonio, de la viuda y de su marido. Hacía mucho tiempo que se sabía. La mujer y él eran amantes. El abogado fallecido lo sabía.
domingo, 30 de mayo de 2010
Procesos de selección
Pueden verse muchas cosas en este juego de espejos -un quiasmo- que el fotógrafo quiere polisémicos, desde el machismo por fin humillado al juego de la moda. No me interesas los chismes, la semiótica de la moda o la barata psicología. Sólo se me ocurre una cosa. Qué procesos de selección han actuado para que estas cuatro personas lleguen hasta ahí. Me gustaría disponer de los datos y las técnicas para tratar de comprender esa cuestión. Como no dispongo ni de unos ni de otras, sólo puedo avanzar que a la vista de los resultados quizá los procesos de selección no sean los mejores en este país.
viernes, 28 de mayo de 2010
La pareja feliz
Décadas atrás cuando se quería describir a una pareja que se llevaba bien se decía, un matrimonio feliz, forma poética de la fidelidad; en épocas recientes, mientras los psicólogos han dominado la escena social, se ha hablado de compromiso, concepto que está siendo arrumbado por el de autoexpansión.
Yo tenía como vecinos a un matrimonio entrado en años que vivía dos pisos por encima del mío. Él era un jubilado socarrón para el que nada parecía serio; ella, una antropóloga en activo de acendradas convicciones. Se les veía desenvueltos, aunque con genios dispares. Supe de su autoexpansión por la vecina estirada que se interponía entre mi piso y el de ellos. Vino a verme para que les llamara la atención, yo era el presidente de la comunidad. Al parecer, su actividad nocturna no la dejaba dormir; los crujidos de una cama y un somier demasiado viejo. Quise subir al piso de arriba para felicitarles efusivamente, pero me contuve para no perturbar.
La fidelidad de unos y la infidelidad de otros intriga a los científicos. Gracias a los tiempos menos poéticos que vivimos, los psicólogos, y su variante argentina de los psicoanalistas, han perdido el monopolio. Los neurocientíficos se preguntan si existe el "gen de la fidelidad". El sueco Instituto Karolinska, al que le interesan mucho estos temas, ha sometido a estudio a 552 parejas de gemelos. ¿Cómo actúa el gen vinculado con la regulación de la vasopresina, la hormona relacionada con la adhesión sentimental? Los portadores de una variante del gen tenían menos posibilidad de estar casados y, si habían optado por el matrimonio, tenían grandes probabilidades de hacer infelices a sus esposas.
Los psicólogos por su parte no desisten y siguen mostrando estudios, elaborados con sus habituales métodos, en los que quieren demostrar que el cerebro puede ser entrenado para resistir la tentación.
Más interesante es la propuesta de Arthur Aron, de la Universidad Stony Brook, que habla de "autoexpansión". Quizá no sean los sentimientos de amor o lealtad lo que mantiene unida a una pareja. Tal vez la fidelidad dependa de cuánto una pareja enriquece nuestra vida y amplía nuestros horizontes. Las parejas que exploran nuevos lugares e intentan cosas nuevas experimentan sentimientos de autoexpansión, es decir aumentan su nivel de compromiso, es decir, son más fieles, es decir, están más cerca de ser admirados o envidiados como la pareja feliz.
"Iniciamos relaciones porque otra persona se convierte en parte de nosotros mismos, y eso expande nuestro ser. Es por eso que las personas que se enamoran se quedan despiertos toda la noche conversando y lo toman como una experiencia estimulante. Pensamos que las parejas pueden recuperar algo de ese sentimiento planteándose desafíos y haciendo cosas emocionantes juntas." Arthur Aron.
jueves, 27 de mayo de 2010
El disruptivo caso de Martin Gardner
Muchas lecciones se aprenden de la vida y obra del recién fallecido Martin Gardner (MG). La primera, que ha vivido muchos años (95), aunque ya no se le pueda felicitar por ello.
¿Su longevidad tiene que ver con la curiosidad insaciable, la actividad mental, el hambre de conocimientos? MG durante 25 años mantuvo una columna, Mathematical games, en el Scientific American, dedicada a popularizar los juegos matemáticos, retando a la inteligencia de los lectores. Escribió más de 50 libros, muchos de ellos lanzados a combatir la superstición en sus variadas formas, es decir, a pinchar el culo de los perezosos para que se pusieran a caminar. Por ejemplo, pinchó en el globo de Uri Geller, el mago de las cucharas dobladas, o afeó las acarameladas charlas de Oprah Winfrey sobre la New Age.
La segunda, que se añade a esa larga lista de pensadores, tecnólogos, filósofos que no cursando estudios formales de una materia irrumpen en ella trastocando sus esquemas. De ahí lo de traer al título esa palabreja que hasta ahora sólo había oído en los labios mellados de los psicopedagogos: disruptivo, que podríamos traducir como perturbador. Lo que nos plantea Gardner y toda la pléyade de disruptivos -Einstein a la cabeza- es la bonita hipótesis de que para ver mejor las cosas hay que apartarse de los andamios -o, mejor, caer de ellos- del pensamiento convencional. MG fue un autodidacta de las matemáticas. Tras la secundaria MG no hizo cursos de matemáticas, sino que se inclinó por la filosofía. Sin embargo, la Sociedad Matemática Americana le concedió su premio Steeke en 1987.
En un carácter como el de MG sólo cabe la modestia, sólo los fatuos afirman que son otra cosa que hombres sin más:
¿Su longevidad tiene que ver con la curiosidad insaciable, la actividad mental, el hambre de conocimientos? MG durante 25 años mantuvo una columna, Mathematical games, en el Scientific American, dedicada a popularizar los juegos matemáticos, retando a la inteligencia de los lectores. Escribió más de 50 libros, muchos de ellos lanzados a combatir la superstición en sus variadas formas, es decir, a pinchar el culo de los perezosos para que se pusieran a caminar. Por ejemplo, pinchó en el globo de Uri Geller, el mago de las cucharas dobladas, o afeó las acarameladas charlas de Oprah Winfrey sobre la New Age.
La segunda, que se añade a esa larga lista de pensadores, tecnólogos, filósofos que no cursando estudios formales de una materia irrumpen en ella trastocando sus esquemas. De ahí lo de traer al título esa palabreja que hasta ahora sólo había oído en los labios mellados de los psicopedagogos: disruptivo, que podríamos traducir como perturbador. Lo que nos plantea Gardner y toda la pléyade de disruptivos -Einstein a la cabeza- es la bonita hipótesis de que para ver mejor las cosas hay que apartarse de los andamios -o, mejor, caer de ellos- del pensamiento convencional. MG fue un autodidacta de las matemáticas. Tras la secundaria MG no hizo cursos de matemáticas, sino que se inclinó por la filosofía. Sin embargo, la Sociedad Matemática Americana le concedió su premio Steeke en 1987.
En un carácter como el de MG sólo cabe la modestia, sólo los fatuos afirman que son otra cosa que hombres sin más:
"Soy estrictamente un periodista, solo escribo sobre lo que otra gente está haciendo sobre la materia. Más allá del cálculo estoy perdido. Ese era el secreto del éxito de mi columna. Me llevaba tanto tiempo entender de lo que estaba escribiendo que sabía cómo escribirlo de manera que la mayoría de lectores lo entendiera".No sólo algunos hombres son disruptivos. Hoy, Francis Pisani, hace una interesante distinción entre innovaciones esperables e innovaciones perturbadoras o disruptivas. Estas últimas son más más sencillas y baratas, pero terminan por imponerse. Pone como ejemplos la nevera sobre la caja de hielo, el ordenador personal sobre las computadoras centrales.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Vuelve el macho
Entre titular "vuelve el hombre" y "vuelve el macho", me parece que este segundo sintagma describe mejor la realidad. Arcadi Espada pone como ejemplos a Craig Venter y José Mourinho. Ambos caminan por libre, saltándose las pautas que durante la década espejismo que hemos vivido exigían hombres dialogantes, tolerantes y civilizados, un tipo de hombres a medio camino,que en su travestismo nos ha vuelto tímidos y culpables. Venter y Mourinho construyen su propio personaje con gran éxito, sin ataduras y con muchos admiradores. Ante la crisis necesitamos nuevos modelos, aunque en mi caso será difícil cambiar de caballo -iba a escribir de montura, pero no quiero dar pie a malentendidos- a mitad de carrera. El nuevo hombre rabiosamente seguro de sí mismo, confía en sus fuerzas y las aplica a lo que tenga entre manos, ya sea secuenciar el genoma o motivar a un equipo de otros once hombres.
Hasta sus adversarios -futbolísticos en este caso- reconocen su fuerza, como la barcelonista Pilar Rahola:
Hasta sus adversarios -futbolísticos en este caso- reconocen su fuerza, como la barcelonista Pilar Rahola:
"Mourinho está buenísmo. Tiene ese punto salvaje que nos encanta a todas las mujeres. Lo de Guardiola nos encanta a todas por su forma de ser y su elegancia, pero es muy naïf y le falta un poco de mourinhismo."Necesitamos alguien como Mou en la Presidencia del Gobierno que meta caña a economistas ágiles y fibrosos como CR9, que miren directo hacia la portería y dejen de serpentear de lado a lado del campo sin ver puerta, necesitamos al mismo Mou. ¡Mourinho para Presidente!
martes, 25 de mayo de 2010
Estos son los datos
He de reconocer que duermo mal, que me despierto a media noche pensando en lo que se nos viene encima, en el descontrol, en la injusticia de lo que ocurre. En muchos países hacen ajustes, en ninguno son tan duros como en este país socialdemócrata. A lo más que llegan es a congelar los salarios, nadie los rebaja hasta el 10%. En otros países comienzan por reducir los gastos corrientes y extraordinarios del Estado, aquí nadie habla de recortes en las autonomías, de reducción de gastos superfluos, de fiscalizar a los bancos tras ayudarles con nuestros impuestos. Hasta se vuelven atrás, después de publicarlo en el BOE, con las medidas de control financiero de los ayuntamientos. ¡La sociedad está amordazada, dormida, con un fatalismo impropio de un país pendenciero como España! ¿Qué ha pasado, qué está pasando?
A finales de 2009 el Estado tenía un agujero de 99.785 millones, 34.000 los ayuntamientos y 84.000 las comunidades autónomas. ¿A cuánto asciende el monto total de la deuda, sumando a la pública, la de las cajas y bancos y la de los particulares? ¿400 % del PIB? ¿De dónde va a salir ese dinero? La pregunta sigue estando ahí, ¿por qué tienen que pagar los más débiles, si, además, no participaron del pastel en la época de vacas gordas y no han tenido culpa alguna en el desastre actual?
Sí, ha caído la recaudación fiscal un 26,9%, el IVA allegó un 28% menos, el IRPF, un 24,3% menos, en gran parte como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria (datos del Ministerio de Hacienda, diciembre 2009). Sí, ha habido un gasto necesario, pagos a los desempleados y nuevos subsidios a los de larga duración, otro no tan fácil de justificar, estímulos fiscales a las empresas (al automóvil, Plan E): 36.910 millones de euros, casi un 37% del déficit. Pero también ha habido auténtico despilfarro: El cheque-bebé (400 millones anuales), el regalo electoral de los 400 euros en el IRPF (6.000 millones). Y todos esos gastos difíciles de cuantificar, que viene de atrás y que no parece que esté en cuestión: 30.000 coches oficiales, más que en todo EEUU, (con un PIB 11 veces mayor); 200 coches oficiales, casi todos de alta gama, en Sevilla, 300 en Barcelona -con 133 conductores fijos en plantilla; 35.000 asesores de confianza, -solo 1.600 de Gallardón- con un costo de más de 5.000 millones año, o el sumidero de los canales de televisión autonómicos, cuyo déficit anual supera ya los 15.000 millones de euros, más que todo el recorte social junto o el concierto económico vasco-navarro, que pagan 8 veces menos de lo que les correspondería en el régimen general, casi 20.000 millones de euros menos. Y de los 3,06 millones de funcionarios, según datos de la EPA, ¿cuántos son necesarios?
¡Para no dormir!
A finales de 2009 el Estado tenía un agujero de 99.785 millones, 34.000 los ayuntamientos y 84.000 las comunidades autónomas. ¿A cuánto asciende el monto total de la deuda, sumando a la pública, la de las cajas y bancos y la de los particulares? ¿400 % del PIB? ¿De dónde va a salir ese dinero? La pregunta sigue estando ahí, ¿por qué tienen que pagar los más débiles, si, además, no participaron del pastel en la época de vacas gordas y no han tenido culpa alguna en el desastre actual?
Sí, ha caído la recaudación fiscal un 26,9%, el IVA allegó un 28% menos, el IRPF, un 24,3% menos, en gran parte como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria (datos del Ministerio de Hacienda, diciembre 2009). Sí, ha habido un gasto necesario, pagos a los desempleados y nuevos subsidios a los de larga duración, otro no tan fácil de justificar, estímulos fiscales a las empresas (al automóvil, Plan E): 36.910 millones de euros, casi un 37% del déficit. Pero también ha habido auténtico despilfarro: El cheque-bebé (400 millones anuales), el regalo electoral de los 400 euros en el IRPF (6.000 millones). Y todos esos gastos difíciles de cuantificar, que viene de atrás y que no parece que esté en cuestión: 30.000 coches oficiales, más que en todo EEUU, (con un PIB 11 veces mayor); 200 coches oficiales, casi todos de alta gama, en Sevilla, 300 en Barcelona -con 133 conductores fijos en plantilla; 35.000 asesores de confianza, -solo 1.600 de Gallardón- con un costo de más de 5.000 millones año, o el sumidero de los canales de televisión autonómicos, cuyo déficit anual supera ya los 15.000 millones de euros, más que todo el recorte social junto o el concierto económico vasco-navarro, que pagan 8 veces menos de lo que les correspondería en el régimen general, casi 20.000 millones de euros menos. Y de los 3,06 millones de funcionarios, según datos de la EPA, ¿cuántos son necesarios?
¡Para no dormir!
lunes, 24 de mayo de 2010
Io sono l'amore
También en el cine se necesita una poda y como en la economía, en el discurso político y en la sociedad, los americanos nos llevan unos cuantos cuerpos de ventaja. Hay que ver las series que vienen de América para aprender a contar historias. Hay que salir a la calle, ver lo que está pasando, y contarlo ajustándose a unos moldes precisos. 45 minutos en las series, 90 en las películas clásicas. Algunos directores piensan que si el metraje no supera los 120 minutos no aparece el brillo de su genialidad. La horma afila el pensamiento y la pluma.
En el cine como en casi todo las expectativas exageradas son destructivas. Me es difícil entender como la mayor parte de los críticos coinciden en señalar a Yo soy el amor (Io sono l'amore ) como una obra maestra. Algunos hablan de Visconti, Antonioni o Fellini y de que el buen cine italiano está de vuelta. Nada más lejos de la realidad. Si se miran las votaciones populares en los distintos foros, la valoración se ajusta más a la verdad. Como me dijo un sabio profesor, la inquietud de las posaderas en la butaca es el mejor indicador de la calidad del producto, ya sea en cine o en teatro. Y mis posaderas, pasados los primeros diez primeros minutos de gracia, no dejaron de inquietarse.
Volver a contar la decadencia de una familia burguesa -un negocio textil levantado cuando el fascismo y la guerra por el abuelo, en Milán, una segunda generación aplastada y una tercera alegre y dicharachera pero incompetente-, está más visto que los inventos del doctor Franz de Copenhague en el TBO. Pero es que lo que comienza a lo Visconti -Il Gatopardo, La caída de los dioses, dicen- discurre por las idas y venidas, subidas y bajadas del cine coral a lo Fellini, sin la gracia de su trabajada espontaneidad, acaba convirtiéndose en una peli pornográfica a lo Tinto Bras o, peor, a lo Liliana Cavani, donde la exhibición no va de escenas subidas de tono -no hay tal, por falta de gracia, de pasión, de ardor, los gélidos actores que la interpretan son incapaces de ofrecerlo- sino por la voluntad fallida, patética, ridícula, de intentar meter con calzador una historia de amor disfuncional -burguesa/cocinero, amigo/madre del amigo-, junto con una salida del armario de una hija que descubre su verdadera sexualidad y un hijo que no soporta que su madre le robe a su amigo. Da grima ver un guión tan mal confeccionado, una historia del siglo XIX entremezclada con esas patéticas salidas del armario, supuestamente modernas, por no hablar del esforzado intento de relacionar la elaboración de platos creativos con la evolución de la pasión amorosa.
Es una peli aburrida, vieja, ridícula, sin sentido, un petardo de cuidado: el tema no puede interesar a nadie con un mínimo gusto cinéfilo, el director no sabe cuáles son los temas del día, qué puede conmover a la gente, el estilo hace tiempo que quedó arrumbado en los baúles del XX, en el cine, o del XIX, en la novela. Sólo he visto algo peor en los últimos meses, la Chéri de Stephen Frears.
En el cine como en casi todo las expectativas exageradas son destructivas. Me es difícil entender como la mayor parte de los críticos coinciden en señalar a Yo soy el amor (Io sono l'amore ) como una obra maestra. Algunos hablan de Visconti, Antonioni o Fellini y de que el buen cine italiano está de vuelta. Nada más lejos de la realidad. Si se miran las votaciones populares en los distintos foros, la valoración se ajusta más a la verdad. Como me dijo un sabio profesor, la inquietud de las posaderas en la butaca es el mejor indicador de la calidad del producto, ya sea en cine o en teatro. Y mis posaderas, pasados los primeros diez primeros minutos de gracia, no dejaron de inquietarse.
Volver a contar la decadencia de una familia burguesa -un negocio textil levantado cuando el fascismo y la guerra por el abuelo, en Milán, una segunda generación aplastada y una tercera alegre y dicharachera pero incompetente-, está más visto que los inventos del doctor Franz de Copenhague en el TBO. Pero es que lo que comienza a lo Visconti -Il Gatopardo, La caída de los dioses, dicen- discurre por las idas y venidas, subidas y bajadas del cine coral a lo Fellini, sin la gracia de su trabajada espontaneidad, acaba convirtiéndose en una peli pornográfica a lo Tinto Bras o, peor, a lo Liliana Cavani, donde la exhibición no va de escenas subidas de tono -no hay tal, por falta de gracia, de pasión, de ardor, los gélidos actores que la interpretan son incapaces de ofrecerlo- sino por la voluntad fallida, patética, ridícula, de intentar meter con calzador una historia de amor disfuncional -burguesa/cocinero, amigo/madre del amigo-, junto con una salida del armario de una hija que descubre su verdadera sexualidad y un hijo que no soporta que su madre le robe a su amigo. Da grima ver un guión tan mal confeccionado, una historia del siglo XIX entremezclada con esas patéticas salidas del armario, supuestamente modernas, por no hablar del esforzado intento de relacionar la elaboración de platos creativos con la evolución de la pasión amorosa.
Es una peli aburrida, vieja, ridícula, sin sentido, un petardo de cuidado: el tema no puede interesar a nadie con un mínimo gusto cinéfilo, el director no sabe cuáles son los temas del día, qué puede conmover a la gente, el estilo hace tiempo que quedó arrumbado en los baúles del XX, en el cine, o del XIX, en la novela. Sólo he visto algo peor en los últimos meses, la Chéri de Stephen Frears.
domingo, 23 de mayo de 2010
Lo siento, te quiero
Lo siento, te quiero. La actriz Leticia Dolera debuta con este interesante corto.
viernes, 21 de mayo de 2010
Muerte en Bangkok
A veces los fotógrafos no mienten. Así en esta foto que Reuters ha tomado en los sucesos de Bangkok.
Otras fotos son menos espectaculares, pero muy instructivas, como ésta que muestra ideologías uniformadas, pero fenecidas, que durante mucho tiempo lograron confinar en sus campos de concentración del espíritu a millones de personas.
Otras son fruto de la deriva esteticista de muchos fotógrafos, atraídos como moscas por la morbidez que rodea, por ejemplo, los temas del nazismo. Vietnam celebra el aniversario del nacimiento de su héroe, Ho Chi Minh, en la fotografía de Reuters, exhibiendo símbolos que representan muerte y dolor. De las dos ideologías que llenaron de cadáveres el siglo XX todavía una tiene bula para hacer propaganda como si nada hubiera ocurrido.
Otras fotos son menos espectaculares, pero muy instructivas, como ésta que muestra ideologías uniformadas, pero fenecidas, que durante mucho tiempo lograron confinar en sus campos de concentración del espíritu a millones de personas.
Otras son fruto de la deriva esteticista de muchos fotógrafos, atraídos como moscas por la morbidez que rodea, por ejemplo, los temas del nazismo. Vietnam celebra el aniversario del nacimiento de su héroe, Ho Chi Minh, en la fotografía de Reuters, exhibiendo símbolos que representan muerte y dolor. De las dos ideologías que llenaron de cadáveres el siglo XX todavía una tiene bula para hacer propaganda como si nada hubiera ocurrido.
jueves, 20 de mayo de 2010
No empujen, hay salida
No todo es negro, la crisis está siendo dura, pero ayudará a que el mundo nuevo se asiente sobre mejores bases.
Craig Venter, uno de los padres del genoma, anuncia la creación de vida artificial. Este sí que es un día que quedará marcado en los libros de historia.
Venter y su equipo han logrado fabricar en el laboratorio el ADN completo de la bacteria 'Mycoplasma mycoides' e introducirlo en otra célula recipiente de otra especie llamada 'Mycoplasma capricolum'. La primera "célula sintética" se llama Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0, para distinguirla del Mycoplasma mycoides a secas. El uno punto cero indica que es sintética y que es la primera versión. Han fabricado en una máquina todas y cada una de las unidades básicas del ADN de la bacteria 'Mycoplasma mycoides' y los ensamblaron como si de un Mecano se tratase, luego vaciaron una célula de otra especie de bacteria e introdujeron el código genético sintético en la célula recipiente.
Las perspectivas que se abren son asombrosas:
Y Michio Kaku, físico teórico, divulgador científico, anuncia el futuro.
Craig Venter, uno de los padres del genoma, anuncia la creación de vida artificial. Este sí que es un día que quedará marcado en los libros de historia.
Venter y su equipo han logrado fabricar en el laboratorio el ADN completo de la bacteria 'Mycoplasma mycoides' e introducirlo en otra célula recipiente de otra especie llamada 'Mycoplasma capricolum'. La primera "célula sintética" se llama Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0, para distinguirla del Mycoplasma mycoides a secas. El uno punto cero indica que es sintética y que es la primera versión. Han fabricado en una máquina todas y cada una de las unidades básicas del ADN de la bacteria 'Mycoplasma mycoides' y los ensamblaron como si de un Mecano se tratase, luego vaciaron una célula de otra especie de bacteria e introdujeron el código genético sintético en la célula recipiente.
Las perspectivas que se abren son asombrosas:
"Esta es una potentísima herramienta para decidir qué queremos hacer en el campo de la Biología. Estamos desarrollando en estos momentos la utilización de algas capaces de capturar CO2 y de transformarlo en hidrocarburos que pueden ser procesados en las refinerías ya existentes. Eso evitaría tener que sacar más petróleo del suelo. Creo que lo más importante es que estamos entrando en una nueva era científica limitada sólo por nuestra imaginación".Otros proyectos persiguen acelerar la producción de vacunas y mejorar los métodos de producción de ciertos ingredientes alimentarios, y de otros compuestos químicos complejos. También diseñar microorganismos que limpien las aguas contaminadas.
Y Michio Kaku, físico teórico, divulgador científico, anuncia el futuro.
En los próximos años seremos capaces de hacer invisibles objetos cada vez más grandes, aunque la capa de Harry Potter todavía queda lejos. De todas formas, que se considere factible ya es increíble. Era imposible hace sólo tres años. He sido profesor de óptica. He enseñado a mis alumnos que la invisibilidad era imposible, porque violaba las leyes de la óptica. Estaba equivocado, como los libros de física.
Hay muchas cosas en las películas, consideradas ciencia ficción, que ya son factibles. Como la telepatía, que avanza a una velocidad vertiginosa. Si te implantas un chip en el cerebro puedes dar instrucciones con tu mente al ordenador. Un tetrapléjico, por ejemplo, puede hacer exactamente lo mismo que tú en el ordenador simplemente pensándolo. En una década controlaremos los ordenadores con la mente.
En diez años los chips bajaran tanto de precio que costaran un centavo. Será más caro el papel. Seremos capaces de curar el cuerpo y crear nuevos órganos. Hoy ya podemos hacerlo con la piel, los huesos, la sangre, la nariz, las orejas y hasta la tráquea. En cinco años habremos creado el primer hígado y páncreas. Los diabéticos, por ejemplo, tendrán una segunda vida. En 20 años crearemos cualquier tipo de órgano vivo porque actualmente ya lo podemos hacer con los más simples.
Las pruebas diagnósticas se harán en casa sin pedir cita al médico ni ir al hospital con máquinas de resonancia magnética caseras. En el futuro, cuando quieras ver al médico hablarás con la pared. Quiero decir que interactuarás con un programa informático que parecerá el médico, pero será un robot. El inodoro, que tendrá más potencia de computación que un hospital, te dirá cuántas células cancerígenas hay en tu cuerpo. Mucho antes de que la célula maligna se convierta en tumor, se habrá detectado el cáncer. La palabra tumor desaparecerá de nuestro vocabulario. La tecnología nos dará una vida sanitaria mejor, de entretenimiento y de comunicación.
La Red estará en tus ojos, en las lentes de contacto. Si hablo contigo, pero no sé quién eres, Internet me dará tu biografía o traducirá automáticamente a mi idioma tu castellano, sin necesidad de traducción automática.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Flores para Kim Il Sung
Una de las mayores estafas del siglo XX, si no la mayor, fue la del comunismo, aquella que jugando con la buena fe de la gente, que siempre anhela justicia e igualdad, esclavizó a medio mundo y torturó y asesinó en su nombre. No sólo hizo eso, una legión de censores -todavía quedan algunos- estuvo ojo avizor para señalar e insultar-y siempre que pudo encarcelar y destruir- a quien se atreviese a denunciar tamaña estafa.
Todo eso, la estafa, se ve en 'Flores para Kim Il Sung' la exposición que presenta el Museo de Artes Aplicadas de Viena (MAK), dedicada al arte hecho propaganda o a la propaganda envuelta en celofán brillante de la criminal dictadura de Corea del Norte.
En las dictaduras descarnadas, donde hace décadas que es imposible la oposición, es donde mejor se ve el engaño a que los aparatos de propaganda someten a la población. 'Somos los niños más felices del mundo', 'Seguiremos al Gran Líder con una fe firme", 'El presidente Kim Il Sung siempre está con nosotros' son algunos de los descarados títulos que aparecen en la muestra.
El museo vienés se ve obligado a decir cosas como esta, que la exposición no tiene carácter político, que el arte es siempre arte o que esta muestra sirve para superar fronteras, para no indisponerse con la dictadura y agradecer que le dejen mostrar los cuadros. No hacía falta que abriese la boca, que hablase de política, ideología y arte, porque nadie que no sea lelo puede ver en las imágenes otra cosa que mentiras.
No deja de sobreactuar el director del MAK cuando describe como "contraproductivas consecuencias" de la retórica amigo-enemigo en plan 'Eje del mal' las críticas que se le hacen, y sigue: "a menudo la lente ideológica occidental nubla, si no distorsiona completamente, la visión de otras realidades". Quizá estoy equivocado y haya más de un lelo en este asunto.
Todo eso, la estafa, se ve en 'Flores para Kim Il Sung' la exposición que presenta el Museo de Artes Aplicadas de Viena (MAK), dedicada al arte hecho propaganda o a la propaganda envuelta en celofán brillante de la criminal dictadura de Corea del Norte.
En las dictaduras descarnadas, donde hace décadas que es imposible la oposición, es donde mejor se ve el engaño a que los aparatos de propaganda someten a la población. 'Somos los niños más felices del mundo', 'Seguiremos al Gran Líder con una fe firme", 'El presidente Kim Il Sung siempre está con nosotros' son algunos de los descarados títulos que aparecen en la muestra.
El museo vienés se ve obligado a decir cosas como esta, que la exposición no tiene carácter político, que el arte es siempre arte o que esta muestra sirve para superar fronteras, para no indisponerse con la dictadura y agradecer que le dejen mostrar los cuadros. No hacía falta que abriese la boca, que hablase de política, ideología y arte, porque nadie que no sea lelo puede ver en las imágenes otra cosa que mentiras.
No deja de sobreactuar el director del MAK cuando describe como "contraproductivas consecuencias" de la retórica amigo-enemigo en plan 'Eje del mal' las críticas que se le hacen, y sigue: "a menudo la lente ideológica occidental nubla, si no distorsiona completamente, la visión de otras realidades". Quizá estoy equivocado y haya más de un lelo en este asunto.
martes, 18 de mayo de 2010
Vivir por encima de nuestras posibilidades
No hay frase más injusta y mentirosa que esa que se oye estos días para concluir cualquier debate sobre lo que está ocurriendo: hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. ¿Quiénes han vivido por encima de sus posibilidades, acaso el individuo que compró un adosado a 30 kilómetros del centro, en una urbanización horrorosa, sin ninguna vida social, sin ningún servicio cercano -alimentación, colegios, hospitales-, donde las raíces de los pinos están levantando el asfalto, donde más de la mitad de las viviendas están a la venta con carteles que se caen a cachos, el individuo que pidió una hipoteca a 40 años vista, en algunos casos con avales familiares, hipotecando toda su vida laboral, que ve cómo aquella ilusión de ingresar en el paraíso de la vivienda propia se ha convertido en una pesadilla, que ve cómo cada día la vivienda vale menos de lo que le queda por pagar al banco, el mismo al que ahora le rebajan el sueldo, si tiene la suerte de mantener su puesto de trabajo, y le amenazan con hacerle trabajar más años para llegar a la jubilación, que no sabe si llegará a cobrar cuando llegue el momento, y que ve cómo otras amenazas se ciernen sobre su magro salario en forma de más subidas de impuestos y de un euribor que puede volver a la senda alcista? ¿Ese individuo ha vivido por encima de sus posibilidades o ha sufrido una enorme estafa a la que han contribuido los vendedores de sueños -periodistas, publicitarios, guionistas-, los voraces especuladores que han inflado los precios -promotores, constructores, revendedores- y los políticos socialdemócratas -del PSOE o del PP, me es igual, los que todo lo hacen por nuestro bien- que han recalificado suelos, dado permisos o concesiones a cambio de comisiones o regalos o financiación de obra pública o del partido o de suculentas mordidas que contribuyeron a aumentar el precio de la vivienda en un 20, un 30, un 40 %? ¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades?
Me admira la capacidad de aguante de estos jóvenes treintañeros o cuarentones, mileuristas, recién casados o con hijos pequeños, llenos de energía y, sin embargo, estafados, esclavizados de por vida, humillados.
lunes, 17 de mayo de 2010
La reserva Durán Lleida
Dice Durán Lleida que Zapatero ya no manda en España, que se ha desplomado su figura de barro. Lo dice en una entrevista demoledora en el diario El Mundo. Dice lo que todo el mundo dice, sintoniza con el cabreo generalizado.
Zapatero ya no manda en España, hace lo que le dice la UE y lo que le ordenan Merkel y Sarkozy. No quiso aceptar un pacto de Estado, ni las propuestas de los demás partidos, y ahora se ha visto forzado a actuar al dictado de la UE. Es como si España fuera una colonia y la metrópoli nos impusiera unas determinadas medidas.Sin embargo esa frialdad para analizar, exponer y proponer se desvanece cuando aparece el tema de Cataluña. Es la reserva Durán Lleida. Durán es claro cuando habla de los asuntos de España, pero levanta un velo opaco cuando aparece Cataluña. Cuando aparece el tema de la esperada sentencia sobre el Estatut, por ejemplo, entonces el hombre frío manifiesta su reserva, pide la excepción.
Proyecto político no ha tenido nunca. Zapatero es un cortoplacista que siempre ha actuado por impulsos electoralistas. Ahora todo se le ha ido de las manos y se ha desplomado como una figura de barro. Su credibilidad acaba de agotarse con la rectificación que han supuestos estos recortes históricos en derechos sociales. Eso significa un fracaso de sus políticas y, posiblemente, de su liderazgo. Nunca ha tenido un proyecto económico ni ha hecho un diagnóstico de la situación y, por eso, las soluciones se las han impuesto. No es el mejor Gobierno ni el mejor presidente que ha tenido la democracia.
Así no se puede continuar, porque la debilidad política de este Gobierno daña la credibilidad económica de España, y la situación es crítica.
La sentencia no será buena para Cataluña y, si además sale antes de las catalanas, contaminará todo el proceso electoral y favorecerá a las posiciones más extremas: quienes postulan la independencia, la ruptura con España y dan por finiquitada la Constitución. Si sale ahora puede modificar gravemente el panorama político catalán.La reserva Durán Lleida es la reserva del antiguo y fracasado Partido Reformista de Miquel Roca que pedía una excepción para Cataluña; es la reserva del PP cuando pide la excepción legislativa sobre el aborto o sobre el matrimonio homosexual o la enseñanza religiosa; es la reserva del PSOE cuando saca a relucir la Memoria Histórica de las víctimas del franquismo, pero hace la excepción de las víctimas del bando republicano. La reserva Durán Lleida es el prejuicio ideológico que pide la excepción en el propio beneficio. La democracia ampliará su campo cuando vaya eliminando las reservas y haga de la excepción un atentado al bien común.
sábado, 15 de mayo de 2010
Two lovers
El amor ha sido en occidente una construcción romántica, alimentada por la poesía y las novelerías de los siglos pasados, y en el siglo XX por la industria de Hollywood que veía en el tema una fuente inagotable de ingresos. No está hecho el balance de daños, pero muchas generaciones de jóvenes se han dejado arrastrar por la excitación y la fantasía con grave perjuicio para su salud. Al mismo tiempo la burguesía, es decir los jóvenes llegados a la edad adulta y compelidos a preservar la herencia, recluyeron esa etapa a un breve periodo de sus vidas y prefirieron, como en el resto de asuntos, urdir contratos matrimoniales, asignando funciones precisas a los contrayentes, hombre y mujer hasta hace poco. Ese modo de proceder se extendió al resto de clases sociales, lo que ha permitido que las vidas de la mayoría sean lo razonablemente tranquilas como para alcanzar algún momento de felicidad.
Esta peli, Two Lovers, trata de esta cuestión con la suficiente habilidad como para, sin dejar de jugar al amor romántico, presentar sus inconvenientes, de modo que hace justicia a la realidad y al tiempo es lo bastante atractiva como para hacer que los espectadores pasen por taquilla.
A un joven con una estructura mental delicada -personalidad bipolar-, muy bien interpretado por Joaquin Phoenix, tras un desengaño amoroso que a punto está de acabar con él, se le ofrece una excelente oportunidad, casarse con un chica guapa que conoce sus problemas y a pesar de ello quiere ocuparse de él y al tiempo consolidará el negocio familiar. Todo el mundo empuja para que la posibilidad se materialice, los padres, la futura mujer, los posibles suegros y hasta el propio espectador. Es entonces cuando aparece la variable romántica, en forma de una hermosa Gwyneth Paltrow, que en seguida se ve que añadirá un carro de problemas a los que ya tiene el inestable Joaquin Phoenix. No es cuestión aquí de desvelar tramas y de quitarle interés a la visión de la peli. El juego de James Gray, director y guionista, consiste en crear el necesario suspense para que el bondadoso espectador sufra porque ve lo derroteros que la vida del protagonista puede tomar. El director expone los temas con claridad. La complejidad hay que atribuirla a las golosas interpretaciones de los actores principales que está magníficos.
Esta peli, Two Lovers, trata de esta cuestión con la suficiente habilidad como para, sin dejar de jugar al amor romántico, presentar sus inconvenientes, de modo que hace justicia a la realidad y al tiempo es lo bastante atractiva como para hacer que los espectadores pasen por taquilla.
A un joven con una estructura mental delicada -personalidad bipolar-, muy bien interpretado por Joaquin Phoenix, tras un desengaño amoroso que a punto está de acabar con él, se le ofrece una excelente oportunidad, casarse con un chica guapa que conoce sus problemas y a pesar de ello quiere ocuparse de él y al tiempo consolidará el negocio familiar. Todo el mundo empuja para que la posibilidad se materialice, los padres, la futura mujer, los posibles suegros y hasta el propio espectador. Es entonces cuando aparece la variable romántica, en forma de una hermosa Gwyneth Paltrow, que en seguida se ve que añadirá un carro de problemas a los que ya tiene el inestable Joaquin Phoenix. No es cuestión aquí de desvelar tramas y de quitarle interés a la visión de la peli. El juego de James Gray, director y guionista, consiste en crear el necesario suspense para que el bondadoso espectador sufra porque ve lo derroteros que la vida del protagonista puede tomar. El director expone los temas con claridad. La complejidad hay que atribuirla a las golosas interpretaciones de los actores principales que está magníficos.
viernes, 14 de mayo de 2010
Acepto que me rebajen el sueldo; quiero que los responsables sean castigados
¿Quién se negaría en una situación extrema como la que vive el país a contribuir al ajuste económico? La cuestión no es por qué han empezado por mí, pregunta incómoda si funcionarios y pensionistas pensasen en los parados.
La cuestión tampoco está en echar en cara al gobierno unas medidas tan duras que ponen en solfa su retórica social. Son medidas que había que tomar, algunas de las medidas que había que tomar, para que el Estado no quiebre.
La cuestión es que al aceptar dichas medidas tenemos más fuerza para exigir responsabilidades por haber llegado hasta aquí. Responsabilidades que han de exigirse sobre hechos reales y no apuntar a inconcretos fantasmas que tan bien quedan en los mítines y en las portadas de los telediarios. La bolsa, los especuladores, la banca, los comisionistas, los empresarios del ladrillo. Toda esa gente ha actuado ateniéndose a las reglas. Hay dos cosas que los gobernantes pueden hacer al respecto: perseguir las ilegalidades y fraudes y cambiar la ley restringiendo su campo de actuación. El resto es inaguantable demagogia.
Los responsables son por tanto quienes han gobernado este periodo. Vayamos al detalle: el Estado ha dejado de ingresar 2.400 millones de euros por la reforma del IRPF; 6.000 millones por lo de los 400 euros; 1.090 por el cheque-bebé; 8.972 por la reforma del impuesto de sociedades; 2.300 por la reforma del impuesto sobre el Patrimonio. 20.762 millones en total que el Estado ha despilfarrado, que habrían cubierto perfectamente el ahorro que ahora se pretende: 6.046 en reducción de la inversión; 2.400 del 5% de reducción sueldo funcionarios; 2100 de la congelación de 2.011; 1.500 de la suspensión revalorizaciones de las pensiones; 1.200 eliminación cheque-bebé o los 600 de la reducción de la ayuda al desarrollo. A lo que hay que sumar el gasto asociado a la aparatosa propaganda que han sido los sucesivos planes-E. ¿10.000 millones?
Por eso también es inaguantable que los periodistas amigos, que en parte viven de las ubres subvencionadoras, hablen de valentía, patriotismo, de hombre de Estado y demás mentiras. Zapatero ha ido sumando mentiras -negando la crisis o anunciando la recuperación- lentitud -ha dejado pasar dos años-, gasto descontrolado, demagogia -culpando a especuladores y demás-, y medidas no ejecutadas que nos ha llevado a la ruina.
No estoy de acuerdo con los sindicatos, porque no han mirado por todos los trabajadores de este país y han alentado al gobierno a la inacción, porque su posición numantina con respecto a los cambios estructurales -reforma laboral, de las pensiones y jubilación- que el país necesitaba ha contribuido a acelerar la crisis, porque su posición ideológica ha primado sobre el necesario realismo.Y los sindicatos son necesarios, pero se han convertido en una burocracia que sólo sirve a sus intereses.
Por tanto debemos exigir responsabilidades que pasan, al menos ahora, con respecto al gobierno, por una de estas cuatro opciones que presenta Antón Costas:
La primera, convocar elecciones. Eso permitiría un verdadero debate público sobre la situación económica y que los ciudadanos decidan. La segunda sería ceder el liderazgo político y de gobierno a otro miembro de su partido. Pero esta opción abocaría de hecho a la anterior. La tercera sería un gobierno de coalición con mayoría parlamentaria suficiente que permitiese gobernar la economía hasta el final de la legislatura. La cuarta sería una remodelación profunda del Gobierno con un ministro fuerte al frente de la economía. Pero Zapatero nunca ha querido un perfil así a su lado. Por eso, imagino, se fue Pedro Solbes.Para calibrar el tipo de políticos que padecemos, baste esta muestra. Un líder socialista, un tal López, de una región que no pinta nada en el conjunto del país, exigió no hace mucho al presidente de la comunidad un mayor endeudamiento, ahora dice, tras las medidas del gobierno:
"El escenario actual nada tiene que ver con el anterior [de hace unas semanas]. Entonces se trataba de parar el golpe de la crisis. Ahora de favorecer la recuperación. Cada semana es un reto nuevo".
miércoles, 12 de mayo de 2010
Zp como Berlusca
Alguien podría echarse las manos a la cabeza -no sus muchos fieles- si yo dijese que Zapatero es Berlusconi, que ZP es Berlusca traspasados los Pirineos. Pero salvados los matices del gusto por unos u otros colores, no veo yo diferencia en cuanto al modo de concebir la política y ejercerla. Alguien comentaba el otro día una confidencia de Zapatero, éste aseguraba que la política es en un 90% teatro, y del otro 10%, no sabía.
Había que ver esta mañana en el Congreso la desenvoltura con la que anunciaba el radical giro a su política, unas medidas que ponen patas arribas el andamiaje que ha sustentado estos años su retórica social e internacional. ZP tiene una tecla que pulsa como un virtuoso, la tecla de la fibra cordial. A cada uno de sus contradictores les iba devolviendo uno a uno los golpes que ponían en evidencia su contradicción con un ejercicio de acercamiento, proximidad y calor, de modo que era fácil ver el asentimiento y la emoción contenida de gente dura como Durán Lleida, Erkoreka o Joan Ridao, hasta donde yo he alcanzado a ver. No así con Rajoy, al que los fieles de ZP quieren ver aplastado en su asiento. El mismo envolvimiento y atracción aplicaba a los damnificados de sus medidas de choque, pensionistas y funcionarios, todos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios por el bien del país y de la comunidad, aunque ellos nada hayan tenido que ver con el desastre, porque ZP-Berlusca no cuenta con que los damnificados se pregunten, ¿si yo no he tenido que ver con el advenimiento del desastre, por qué he de pagar?
Pero no sólo es Berlusca Zp en la manera de contender eróticamente con sus adversarios, clientes y gobernados, incapaces la mayoría de resistirse a sus encantos -casi todos los que han entrado en la Moncloa han salido transformados-, lo es también en su forma de llevar la manija del Estado. Ha sabido crearse un emporio comunicativo a su favor, con mayor habilidad que el torpe Berlusconi, pues ha puesto televisivas, radiales o periodísticas en manos de amigos o deudores -ahora mismo los digitales le están convirtiendo en un hombre de Estado por saber interpretar tan correctamente los dictados de Washington y Berlín-, de modo parecido al General de infausto recuerdo, del que siempre se decía que nunca había metido la mano. Y así también los asuntos judiciales encauzados a su favor a través de los fiscales, la presión de los media o la de la calle.
La negación de la realidad o el cambio radical de política son problemas menores si se sabe tocar la fibra del espectador, siempre dispuesto, ya llueva o truene, a que gane su equipo aunque sea en el último minuto, de penalti injusto y a costa de su cuenta corriente.
martes, 11 de mayo de 2010
"Eramos tan felices con Franco"
Qué magnífico retrato, éste de Carmen Secanella. Otro hombre feliz. Otra historia más del perfecto hipócrita.
Es conmovedora la historia de estos hombres que llegada la última posada del camino se paran y escriben sus memorias. Los años divinos. Ni en el título de la obra que ha de forjar su definitiva imagen son originales y acuden al eco del periodista que mejor los definió -Joan de Segarra, La gauche divine- sin reparar en la burla que desarmaba su prosopopeya.
Estos hombres no hubieran sido otra cosa que lo que fueron, burgueses diletantes, sin el eco de periodistas y escritores que en sus crónicas los convirtieron en arrojados héroes antifranquistas a través de vergas desenvainadas y cubatas.
Así, este redactor que escribe la presumible necrológica del inventor de Bocaccio, cuando dice de Oriol Regás que fue "un tipo muy complejo", pues el hombre habría sido a un tiempo triunfador y perdedor, tímido y arrollador, romántico y pragmático, frívolo y serio, empresario y comunista. No hubo pues, ni hay ahora, otros hombres en la tierra, sino hojas volanderas, seres planos, apenas perfilados en altura y anchura, sin indicios de profundidad.
Como en las novelas burguesas del XIX -ya ha llovido- de donde todos estos hombres escaparon para cobrar vida terrena, no había espacio más que para estos aventureros y forjadores de la sociedad de su tiempo. Hay que ver hasta qué punto tenían asumido su papel:
"Al cabo de los años, me doy cuenta de que entre todos me fabricaron un personaje, que me gusta y por el que conservo un cariño especial, a pesar de que me convertí en un prisionero suyo". De ese personaje, escribe (página 248), heredó "una inseguridad, una sensación de estar en falso que aún continúo arrastrando. (...) Se me ha considerado empresario porque he montado empresas, pero yo nunca me he sentido cómodo con esa denominación. A mí siempre me interesó el éxito del proyecto, no el dinero. Cuando una empresa funcionaba, dejaba de interesarme y me planteaba otros retos".
Tuvieron las espaldas cubiertas, su abuelo era falangista; su familia burguesa:
"No he tenido miedo a nada. He tenido la intuición de estar en el momento justo en el lugar adecuado".Se lo pasaron en grande:
"'Mientras tengamos dinero, lo gastaremos. Luego, ya veremos (...). Tuve claro que hacía falta un local donde se pudiera hablar y a la vez divertirse (Bocaccio), de ahí las dos plantas. Ese local debía tener un servicio impecable, donde el portero diera las buenas noches al cliente, llamándolo por su nombre y apellido, cuando salía de madrugada a cuatro patas. En esos momentos todos necesitamos sentirnos dignos y que nos traten con cariño".Y toda una troupe les hacía la claque. No sólo eso, además quieren que les estemos debidamente agradecidos por lo mucho que contribuyeron. ¿A qué?
lunes, 10 de mayo de 2010
Mis premios
El último libro editado de Thomas Bernhard tiene las mismas virtudes y los mismos defectos que sus libros anteriores. En esta ocasión el objeto de su amarga burla son las instituciones que le concedieron premios en los primeros años de su vida, y él mismo por aceptarlos. El libro se compone de recuerdos, algunos de ellos cómicos, del contexto en el que se le entregaron los premios y de alguno de los discursos de aceptación que arrojó a quienes se los concedieron. Así, siente como una humillación que el premio Grillparzer no lleve aparejada suma alguna; o que la ministra que le entrega otro premio lo confunda con una mujer; en Hamburgo sólo recibe un tercio de la suma asignada porque lo ha de compartir, lo que significa que no hay ceremonia ni discursos, y con el premio de Bremen se compra un Triumph Herald que convierte en chatarra apenas estrenado en una revuelta de la costa yugoslava.
Es característica su habilidad para ir creando ecos que enlazan el sentido a través de los párrafos que se suceden, como una prolongada carcajada que ondula silenciosa sobre paños de terciopelo. Su prosa se va anudando con burlas, sátiras y el sarcasmo a que somete a sus conocidos, en especial a funcionarios y autoridades del Estado austríaco, aunque fácilmente extrapolables a cualquier otra sociedad o Estado. El suyo es un estilo ameno, ágil, divertido, resultón, pero que no tiene mayor trascendencia una vez cerrado el libro. Quizá convenía a otras épocas donde el Estado lo era todo y desvelar su pompa y artificio era una prioridad. Todavía quedan personajes públicos imbuidos de su relevancia, de los escalones que han ascendido, de la importancia de su cargo, mirar desde arriba es el objetivo de su carrera, pero en una democracia llana como la nuestra todos esos personajes están de más, son jarrones llenos de polvo que llevan en el rostro la llaga de su ridículez. En las administraciones autonómicas todavía es posible toparse con ese tipo de individuos vacuos, que se han adelantado a su propia muerte con su proceder ceremonioso y distante. También en la política internacional.
El problema de Thomas Bernhard es que cuando quiere hacer visible la filosofía pesimista que lo mueve, la misma que pone en evidencia el sinsentido de cargos, honores y representaciones, eminencias y preeminencias, cuando despoja a su prosa de sus adherencias burlescas y quiere mostrar a secas la tragedia del hombre abocado a morir, como hace en los discursos que anteceden a la entrega de los premios, que aquí recoge al final del volumen comentado, es tan terriblemente serio, aunque amague con reírse de sí mismo, que su rostro trágico aparece como una máscara rígida e inflexible. Thomas Bernhard como la sociedad que retrata ya no es de este siglo.
Es característica su habilidad para ir creando ecos que enlazan el sentido a través de los párrafos que se suceden, como una prolongada carcajada que ondula silenciosa sobre paños de terciopelo. Su prosa se va anudando con burlas, sátiras y el sarcasmo a que somete a sus conocidos, en especial a funcionarios y autoridades del Estado austríaco, aunque fácilmente extrapolables a cualquier otra sociedad o Estado. El suyo es un estilo ameno, ágil, divertido, resultón, pero que no tiene mayor trascendencia una vez cerrado el libro. Quizá convenía a otras épocas donde el Estado lo era todo y desvelar su pompa y artificio era una prioridad. Todavía quedan personajes públicos imbuidos de su relevancia, de los escalones que han ascendido, de la importancia de su cargo, mirar desde arriba es el objetivo de su carrera, pero en una democracia llana como la nuestra todos esos personajes están de más, son jarrones llenos de polvo que llevan en el rostro la llaga de su ridículez. En las administraciones autonómicas todavía es posible toparse con ese tipo de individuos vacuos, que se han adelantado a su propia muerte con su proceder ceremonioso y distante. También en la política internacional.
El problema de Thomas Bernhard es que cuando quiere hacer visible la filosofía pesimista que lo mueve, la misma que pone en evidencia el sinsentido de cargos, honores y representaciones, eminencias y preeminencias, cuando despoja a su prosa de sus adherencias burlescas y quiere mostrar a secas la tragedia del hombre abocado a morir, como hace en los discursos que anteceden a la entrega de los premios, que aquí recoge al final del volumen comentado, es tan terriblemente serio, aunque amague con reírse de sí mismo, que su rostro trágico aparece como una máscara rígida e inflexible. Thomas Bernhard como la sociedad que retrata ya no es de este siglo.
domingo, 9 de mayo de 2010
Esto va de cejas

Se enfada Elvira Lindo porque se desprecia a los fieles seguidores de ZP y de su gobierno al agruparlos en dos mitades, los de la ceja y los progres, ya que de ese modo se ridiculizaría y restringiría su pensamiento, ideas o razones, si los hubiere, a un gesto solo, el gesto que actores, escritores, cantantes y artistas ensayaron repetidamente durante la campaña electoral para apoyar a ZP y al PSOE, de modo que ZP y el PSOE consiguieran un número mayor de votos que sus adversarios y así llegar a formar gobierno, y bien que me duele y fastidia no estar de acuerdo con Elvira Lindo, pues casi siempre ella y yo pensamos de consuno, y me digo cuando leo lo que razona Elvira Lindo por escrito, así escribiría yo si me pagasen por escribir en el periódico, pero esta vez no tiene razón, pues si se critica sin descanso al grupo de la ceja y de los progres y se les agrupa es porque ellos apoyaron con ese gesto y con nada más a ZP y al PSOE, de modo que ZP y el PSOE consiguieran un número mayor de votos que sus adversarios y así llegar a formar gobierno, y porque de ese modo, y a la vista de todo el mundo están las pruebas, se hicieron acreedores de prebendas y subvenciones y cánones, no premiando a quienes en realidad lo podían necesitar o merecer, al repetir sin descanso ese gesto del dedo índice doblado, a modo del inexistente en español acento circunflejo, de modo que ZP y el PSOE lograron formar gobierno, no puedo, por ello, estar en mayor desacuerdo con mi admirada Elvira Lindo, pues los poetas y escritores, actores y cantantes no deben ser subvencionados por el Estado, pues todo hoy en España y sus autonomías apesta a subvenciones y cánones y premios, cuando cada uno de ellos, actores y escritores, cantantes y artistas debería ser abandonado a su suerte para que ganasen su pan como lo hace la mayor parte de los españoles con el sudor de su frente.
sábado, 8 de mayo de 2010
El cónsul de Sodoma
Tras lo oído y lo escrito tenía un montón de prevenciones sobre El cónsul de Sodoma. La mayor parte estaban injustificadas. No es que sea una obra maestra, pero es una peli que se sostiene con dignidad. Hay dos aspectos a destacar, la vida sexual de Jaime Gil de Biedma no ocupa la mayoría del metraje, aunque sí una parte considerable, pero no parece que eso vaya contra la verdad de la vida del poeta. Toda su obra está llena de referencias a su sexualidad. Además el asunto está tratado sin caer en excesos. No hay pornografía, ni erotismo. En general el punto de vista del director es bastante neutro, una mirada objetiva que no toma partido. Quizá ese proceder haya molestado a alguno de los amigos del poeta, como Juan Marsé, es decir el distanciamiento con el que están vistas las cosas. La película muestra la hipocresía de aquellos jóvenes cultos y de familia bien que eran antifranquistas en su tiempo libre, comunistas de Bocaccio -aunque al poeta le negasen el ingreso en el partido por su condición sexual- y obreristas de boquilla -como se ve en los tratos coloniales de Gil de Biedma con sus trabajadores filipinos- al mismo tiempo que se aprovechaban económicamente del régimen, gracias a sus negocios y eran protegidos por una extensa red de influencias en caso de peligro si ponían una firma donde no debían. También este segundo aspecto está tratado por Sigfrid Monleón sin cargar las tintas, pero con los suficientes datos como para que el espectador alabore su propio juicio.
Para Gil de Biedma, Carlos Barral y los demás los años del franquismo fueron sus años felices. Eran jóvenes y tenían toda la vida por delante. La mayoría de la población española vivían de otro modo. La gauche divine tenía excelentes ideales, la justicia universal, la humanidad, pero una despreocupación total por la vida real de los hombres comunes. El compromiso, la lucha por una sociedad más justa, era mera palabrería. En eso se parecían a personajes de otro tiempo, como Rafael Alberti -la guerra fue para él la belle époque- y algunos otros intelectuales del tiempo de la Republica, o Torrente Ballester en el otro bando, para quienes la guerra civil también fue su mejor momento.
viernes, 7 de mayo de 2010
Luz, transparencia y toques de exotismo
Luz, transparencia y exotismo. Acordándose con las teorías sobre el fin de la privacidad que las nuevas tecnologías impondrían, la arquitectuctura más actual presenta nuevas viviendas donde el interior se abre de par en par a la naturaleza y a la ciudad. El hombre del presente parece no temer ser observado o encuentra placer donde antes había restricción, ocultamiento, invisibilidad. Es difícil saber qué es lo que impera si la pérdida del miedo a ser objeto de las miradas o el exhibicionismo puro y duro. En todo caso interior/exterior, público/privado, íntimo/superficial parecen oposiciones del pasado.
La arquitectura viene después del largo recorrido de la moda y del espectáculo de la intimidad a que nos han acostumbrado los programas televisivos. De la exhibicion del cuerpo a poquitos -es la historia del siglo XX, desde los tobillos de la Belle Èpoque a las minifaldas de la Twiggy, desde las bragas y slips a la vista de los skaters a las pechugas desbordadas de la actualidad- arribamos al yo desnudo que encuentra su identidad en la muestra de sus estancias interiores, no importa que estén vacías.
La única concesión está en ciertos ocultamientos teatrales que encuentran su referencia en las otras culturas -africanas, asiáticas, latinoamericanas- que los inmigrantes han puesto de moda en Occidente y cuyo efecto es parecido al destape del posfranquismo, ocultar para después destapar, o envolver ligeramente para hacer más atractivo lo que aparece medio desnudo.
jueves, 6 de mayo de 2010
Instruyendo a los niños
Niños, hoy veremos en clase cómo no debemos comportarnos en público. Es incorrecto mencionar durante las horas de clase palabras como pedo, culo, caca, pis. Esas palabras y otras parecidas se refieren a cosas personales e íntimas que cada uno puede cultivar en privado, pero es feo e irrespetuoso hacerlas o mostrarlas a la vista de todo el mundo. Os pondré unos ejemplos al respecto: cuando seáis adolescentes caeréis atrapados en las redes del amor, seréis fans del Barça o del Madrid, a unos les gustará el vino y a otros la cerveza. Son sentimientos privados y cada uno tiene los suyos. Pero en clase no nos daremos besitos, ni gritaremos goles, ni beberemos vino. Así que cuando el President Montilla de la Generalitat manifiesta que
Otro ejemplo de impropiedad es la afición de determinados periodistas a contar mentiras. Es el caso de este buen hombre, el periodista Jean Daniel, director de una famosa revista francesa, Le Nouvel Observateur, cuando dice:
No hay sentencia que pueda juzgar los sentimientos de los ciudadanos de Catalunyase ve que no ha aprendido la lección. Se está comportando de modo impropio y si viniese a clase le abuchearíamos por decir pedo, culo, caca, pis, como si lo más importante de Cataluña fuese el Barça y de la política catalana la afición por el cava. Es algo muy feo que debe reservarse para la intimidad del hogar.
Otro ejemplo de impropiedad es la afición de determinados periodistas a contar mentiras. Es el caso de este buen hombre, el periodista Jean Daniel, director de una famosa revista francesa, Le Nouvel Observateur, cuando dice:
"Seguramente habrá menos compradores de prensa escrita en el futuro, pero serán más exigentes. Los periódicos serios tienen ahora más calidad, son más interesantes, porque están obligados a profundizar en las noticias: los hechos ya están casi al instante en la televisión, en la radio o en Internet. La información ya no es sólo la noticia, sino los hechos tratados con profundidad".Nos está describiendo justo lo contrario de lo que sucede. Si los periódicos se están quedando sin lectores es porque los niños se están volviendo adultos. Son exigentes y no quieren oír culo, pedo, caca, pis. Por eso huyen de los periódicos en busca de noticias crudas sin manipular. La gente aunque sea fan del Barça no quiere que se lo recuerden cada dos por tres, el cielo no siempre es azul y las calles no siempre son grana. Porque en contra de lo que dice este otro hombre importante, Juan Luis Cebrián, los lectores están llegando a ser adultos y han dejado atrás la adhesión inquebrantable:
El lector mantiene la adhesión; lo propio de la Red es la navegación, el surf.
miércoles, 5 de mayo de 2010
martes, 4 de mayo de 2010
Picnic junto al monasterio medieval
Este punto de vista de Cartier-Bresson. La familia dispuesta a comer junto a la carretera, o camino, delante del monasterio medieval. Telavi, Georgia, 1972. Hombres varados en ese largo paréntesis de la historia que fue el comunismo soviético. Vida congelada o rutinaria, con un valor no muy diferente al de un poste telefónico. A estos, como a tantos millones de hombres, les robaron la vida en nombre del pueblo, esa abstracción.
Tomó la foto poco antes de que dejase de fotografiar. Dice Muñoz Molina que Cartier-Bresson estuvo los últimos 30 años de su vida sin hacer una sola foto para dedicarse al dibujo. "Una mano de terciopelo, un ojo de halcón", decía. Hacer una foto era para él:
Tomó la foto poco antes de que dejase de fotografiar. Dice Muñoz Molina que Cartier-Bresson estuvo los últimos 30 años de su vida sin hacer una sola foto para dedicarse al dibujo. "Una mano de terciopelo, un ojo de halcón", decía. Hacer una foto era para él:
"El reconocimiento simultáneo, en una fracción de segundo, de la significación de un hecho, así como de la precisa organización de las formas que le dan a ese hecho su expresión adecuada".Como dice Arcadi Espada, la fotografía ha sido durante mucho tiempo el medio más preciso para acercarnos a la realidad, en eso era un maestro Cartier-Bresson. Por eso resulta tan repugnante su manipulación, por eso el poder ha tratado a menudo de apropiárselo. Ahora mismo acaba de ocurrir con las fotografías oficiales del príncipe Felipe.
lunes, 3 de mayo de 2010
La casa de los Panero en Astorga
Alguna vez fueron ricos, más largamente famosos, el olvido va ciñendo sus nombres, los objetos y las cosas a los que estaban unidos, como la casa familiar de Astorga que se va cayendo a trozos y de la que brota una grúa terrible que más que cumplir con los afeites y reformas que anuncia un cartelón raído es un ajuste de cuentas con el pasado.
De Leopoldo Panero se dijo que era el poeta del régimen, aunque en su juventud tuvo veleidades izquierdistas y durante la guerra a punto estuvo de ser ajusticiado por los franquistas. Sin embargo, de él se sabe más por lo que sus hijos contaron en dos películas -El desencanto (1976) y Después de tantos años (1999)-, que a todos ellos dieron breve gloria, que por el eco de su moribunda poesía.
Juguetearon con el brillo que se asocia a la poesía, con la inmortalidad y la gratuidad de la vida. Su historia es la fábula que se cuenta para realzar el trabajo y la vida sin destellos. Otra vez la cigarra y la hormiga. Por ello fueron sucesivamente envidiados y odiados, compadecidos y contemplados con desdén y curiosidad. Leopoldo, el padre, murió de vuelta a Astorga, en 1962.
Los astorganos no guardan buena memoria de su paso, dicen que nada les deben, que no tienen herencia que conservar y que cuando llegue el dinero harán de su casa un centro cultural, nada más. En paz descansen.
De Leopoldo Panero se dijo que era el poeta del régimen, aunque en su juventud tuvo veleidades izquierdistas y durante la guerra a punto estuvo de ser ajusticiado por los franquistas. Sin embargo, de él se sabe más por lo que sus hijos contaron en dos películas -El desencanto (1976) y Después de tantos años (1999)-, que a todos ellos dieron breve gloria, que por el eco de su moribunda poesía.
Juguetearon con el brillo que se asocia a la poesía, con la inmortalidad y la gratuidad de la vida. Su historia es la fábula que se cuenta para realzar el trabajo y la vida sin destellos. Otra vez la cigarra y la hormiga. Por ello fueron sucesivamente envidiados y odiados, compadecidos y contemplados con desdén y curiosidad. Leopoldo, el padre, murió de vuelta a Astorga, en 1962.
Juan Luis Panero ha sido un fino crítico y poeta de publicación tardía.La gracia cenicienta de la encina,
hondamente celeste y castellana,
remansa su hermosura cotidiana
en la paz otoñal de la colina.
Leopoldo María es el que ha gozado de mayor celebridad, acaso por el maltidismo que se asocia a su paso por diferentes psiquiátricos y a una voluntad autodestructiva.Dura ha de ser la vida, cuando los años pasen
y destruyan al fin la ilusa patria de tu adolescencia,
cuando veas, igual que hoy, este fantasma
que tiempo atrás te consoló con su belleza.
Michi Panero, el más joven de los hermanos, es el que mejor representaba la figura del ángel caído, el que no ha sido preparado para vivir su propia y solitaria vida. Nacho Vegas le cantó en La cancion de Michi Panero:El acto del amor es lo más parecido
a un asesinato.
En la cama, en su terror gozoso, se trata de borrar
el alma del que está,
hombre o mujer,
debajo.
Los astorganos no guardan buena memoria de su paso, dicen que nada les deben, que no tienen herencia que conservar y que cuando llegue el dinero harán de su casa un centro cultural, nada más. En paz descansen.
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