No
podemos discutir sobre los tecnicismos de la sentencia porque no
somos profesionales de la cosa. Pero podemos/debemos deliberar con
nuestros medios: la sensibilidad educada en las novelas, las
películas y el arte, la mirada fría a que nos han acostumbrado
nuestros trabajos liberales o
científicos
y nuestra propia experiencia, hecha de vivencias subjetivas e
intersubjetivas. Pienso en el Henry Fonda de Doce
hombres sin piedad:
la duda razonable y la humanidad.
Es como si en los asuntos de delitos sexuales se hubiese impuesto la venganza implacable. A esos tres hombres de la Arandina no solo se les ha impuesto un castigo (merecido), se les ha impuesto la muerte civil, sin posibilidad de redención (38 años), la muerte en vida. ¿Era mentira cuando decíamos que la justicia no solo repara sino que también reintegra al delincuente? Los asesinos de ETA no están solos, tienen una ancha y prolongada compañía, detrás de estos tres no hay nadie, hasta los de la manada tenían gente detrás. ¿Son peores que un asesino, que un violador reincidente? ¿No hay una desproporción entre su acto violento pero no mortal, circunscrito a un lugar y una hora, y la condena de toda una vida?
Es como si en los asuntos de delitos sexuales se hubiese impuesto la venganza implacable. A esos tres hombres de la Arandina no solo se les ha impuesto un castigo (merecido), se les ha impuesto la muerte civil, sin posibilidad de redención (38 años), la muerte en vida. ¿Era mentira cuando decíamos que la justicia no solo repara sino que también reintegra al delincuente? Los asesinos de ETA no están solos, tienen una ancha y prolongada compañía, detrás de estos tres no hay nadie, hasta los de la manada tenían gente detrás. ¿Son peores que un asesino, que un violador reincidente? ¿No hay una desproporción entre su acto violento pero no mortal, circunscrito a un lugar y una hora, y la condena de toda una vida?
¿Hubiesen
juzgado los jueces del mismo modo dentro de una campana de cristal?
¿Nuestro juicio no está igualmente determinado, violentado, por la
atmósfera? ¿No tenemos miedo a expresar libremente una
opinión disidente en temas como éste ante una opinión pública
tiránica y hasta totalitaria? ¡38 años! Ni siquiera los
periodistas (y políticos) que uno sigue se atreven a discrepar
por miedo ante un tema que juzgo crucial, ¿quién disiente? La
imagen que me viene es la de la inmolación ante el tótem de nuestro
tiempo. Un hecho, no hay hoy
ninguna manifestación convocada ante el tribunal.
Es en estos asuntos donde se reconoce al Henry Fonda del momento, ¿dónde está?. Si realmente estamos en guerra, en la guerra más larga de la historia, como defiende un libro recientemente publicado y presentado en esta ciudad, entonces la estrategia que se impone, incluso en la conversación privada, no es argumentativa sino otra: cautela, reserva, guiños, silencio, porque el que habla con claridad pierde. Yo debería callarme porque alguna podría considerar ofensivo lo que digo. Sólo discutiendo se puede llegar a la verdad. Nuestro tiempo no ofrece a los oyentes las ideas que más detestan, solo halaga los oídos.
Es en estos asuntos donde se reconoce al Henry Fonda del momento, ¿dónde está?. Si realmente estamos en guerra, en la guerra más larga de la historia, como defiende un libro recientemente publicado y presentado en esta ciudad, entonces la estrategia que se impone, incluso en la conversación privada, no es argumentativa sino otra: cautela, reserva, guiños, silencio, porque el que habla con claridad pierde. Yo debería callarme porque alguna podría considerar ofensivo lo que digo. Sólo discutiendo se puede llegar a la verdad. Nuestro tiempo no ofrece a los oyentes las ideas que más detestan, solo halaga los oídos.
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