sábado, 4 de septiembre de 2021

El ojo



De pronto

Hacia el este en la amanecida

Un gran ojo celeste se abre

Entre nubes desmadejadas

Un dios con ojeriza

Muestra el espanto

Por aquí has a caer

Pero no es más que la naturaleza maravillosa y terrible

Un aviador sabe que por encima la divinidad es gris plomiza y acerada

Y por abajo un pastor contemplativo 

Sabe que pronto habrá de apartar los ojos

El sol verdadero se los abrasaría sin contención

Solo una nube de guedejas resiste 

Huella de los tormentosos días

El divino sol hace florituras

En un firmamento tan azul como vacío


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