miércoles, 4 de enero de 2023

Esterno notte / Autodefensa

 


Es una experiencia fascinante -'fascinante' escribo: ha saltado el automatismo; la fascinación ante las ficciones y en general ante las imágenes nos paraliza; se necesita esfuerzo desprenderse, comparar y analizar; de la comparación nace el pensamiento libre- ver al mismo tiempo una detrás de otra estas dos series: Esterno note y Autodefensa. Exterior noche, la serie que reconstruye la atmósfera del secuestro y muerte de Aldo Moro, el dirigente de la Democracia Cristiana asesinado por las Brigadas Rojas, dirigida por un Marco Bellocchio de 83 años en plena forma, es una inmersión en una forma de entender la política y los valores de una época finiquitada. Hombres que con recia seriedad afirmaban ser las columnas del Estado, pero que por debajo se entregaban a las peores corrupciones. Yo nací con esa atmósfera; nunca me sentí a gusto en ella. Con respecto a Autodefensa no tengo claro si representa el final de una época o indicios de la que viene. Me inclino por la primera. Marco Bellocchio ha sabido transmitir con colores apagados tirando al negro y con personajes austeros, de una rigidez precadavérica, la lentitud de una época en la que la vida parecía insensible a cualquier cambio. La mayor parte de la gente vive los modos y prácticas de la época que le ha tocado en suerte como si no fuese posible vivir de otro modo. Pero todo se acaba en menor tiempo del que tendemos a creer.



No me siento a gusto viendo Autodefensa, me incomoda la exposición desenfadada de la intimidad de estas dos chicas pijas, ingenuas y muy perdidas de la Barcelona de ahora mismo, pero me conmueven sus lágrimas y persisto viendo sus breves capítulos, cada uno justo a continuación de otro de Esterno notte, porque sé que con el tiempo Autodefensa, junto a otros, se verá como un documento de época. Me llama la atención tanto el exhibicionismo como el llanto, la infelicidad que transmiten.


El fin del sexo libre. Najat el Hachemi



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