jueves, 26 de septiembre de 2013

26 (Opinión demoscópica)


            1. No porque el articulista se disfrace con el traje de sociólogo pasan los entes abstractos a reales, España, Cataluña, con superior realidad a la suma de los habitantes que los pueblan. ¿Qué opina el país de las autonomías? ¿Son tan distantes las opiniones de España y Cataluña? ¿Vale más la opinión demoscópica que la emitida en las urnas? La opinión demoscópica está determinada por los sociólogos, sus encuestas y sus análisis y, de hacerles caso, de hacer caso a quien escribe este artículo a España y Cataluña no las va a reconocer ni la madre que las parió: “El divorcio definitivo entre Cataluña y España es solo cuestión de tiempo”, concluye. Pero aparte del sociólogo, quién más puede afirmarlo. ¿Es eso lo que dicen las elecciones generales, que es cuando realmente se manifiesta la soberanía popular, el cálculo racional sobre el impulso emocional? ¿Qué sería del analista, del sociólogo, del articulista, sin opiniones fuertes, quién se las compraría?


            2. La experiencia del viento. Sopla con fuerza, indicio del cambio que se avecina para el fin de semana. Al contrario de lo que deseo, me empuja cuando salgo de casa, vuelo, y se me enfrenta cuando vuelvo, pero el peor momento es bajando una cuesta pronunciada, una carretera abierta y elevada, el viento me zarandea, apenas puedo controlar el manillar por más fuerza que hago por mantenerme en mi carril, parece que en cualquier momento me despegará del asfalto y me lanzará contra la cuneta opuesta a la de la marcha.

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