No sé si era el mejor día para comenzar la segunda parte del Duero. El bus ha llegado a Zamora a las 14. Allí me he encontrado con Ani que venía de Madrid. A las 15, tras desplastificar y montar la bici, salimos con la intención de seguir por el GR 14 hasta donde la fortuna nos deje rodar. Hemos hecho el camino siguiendo el guion más o menos hasta Pereruela, un camino al que llaman de San Roque, que hemos tenido que desandar porque la alta vegetación no dejaba ver los profundos baches que han dejado las lluvias de este año. Con ayuda de paisanos hemos buscado alternativas. Más adelante, en una curva que hace el río, hemos cogido una pista que subía y subía inacabable. Durante unos kilómetros, dos o tres, hemos tenido que montar y desmontar y echar pie a tierra y arrastrar la bici cuesta arriba.
En Pereruela hemos parado a tomar un café en un bar lleno de hombres, solo hombres, incluido el cantinero. Allí nos han dicho que no llegaríamos con luz hasta Mirando do Douro, porque, según ellos, nos quedaban unos 90 km - mucho nos parecía - y tendríamos que dormir al raso.
Contra el viento y el calor de la tarde hemos seguido hasta Fermoselle, donde en la placita del pueblo - no son muchos, pero abarrotan la plaza - están de fiestas con un escenario donde no hay cantantes, sino pantallas y equipo de sonido. Veníamos con hambre y en el Restaurante Medieval, con vistas al monte y a un cuarto de luna creciente, hemos dado cuenta de una gran ensalada mixta y unos huevos con patatas a la riojana. Nos han servido tres colombianos. Una chica nos ha hecho entrar en el restaurante con la promesa de un descuento. Otra, con mucha amabilidad, nos ha tomado nota. Y un tercero nos ha servido dándonos conversación sobre ciclismo colombiano y las ganas de hacer lo que nosotros estábamos haciendo. El descuento consistía en escoger entre un 10% o una botella de los Arribes. Cansado, a mí solo me apetece cerveza.
Cansados, sedientos, entusiastas. La Casa Rural Josefa muy nueva, limpia y cómoda. Nos ha cobrado 10 € menos de lo que ponía en Booking. Por la mañana nos ha dejado una máquina de café con cápsulas y leche.
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