lunes, 13 de septiembre de 2021

Septiembre

 

Debería sentir el alboroto de septiembre, pero apenas llegan hasta aquí los motores de las avenidas y la carretera de circunvalación. La mañana está extrañamente en calma, ni una brizna agita las hojas de los árboles aún intensamente verdes. No se saborea el placer de la desconexión hasta que uno abre la ventana y se acopla al ruido ambiente, al difuso fluir del hombre en la naturaleza, o toma asiento en cualquier rincón para hacer de la luz y la ligera tiniebla, presagio de futura tormenta, bajo la que pasan pequeñas bandadas de torcaces, siempre en dirección al este, de las verdes copas y los tejados rojizos, de las blancas persianas echadas, del día que se va encendiendo, un cuadro que se te ofrece gratuitamente. Un placer que te pertenece por derecho, que gozas con la conciencia de estar vivo y la ilusión de ser un hombre libre.

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