domingo, 22 de agosto de 2021

Mates

 


Aunque fui un estudiante aplicado siempre tuve dificultades con las matemáticas. Nunca llegue a dominarlas. Un grave defecto que ha resentido mi formación como persona. Aunque la formación humanística y la científica deben ser complementarias, uno no puede estar completo si no domina el lenguaje del universo. No es un grave defecto mío sino un enorme hueco en el sistema educativo español. No se cubren las plazas de matemáticas en enseñanza media que se convocan.


Hoy Arcadi Espada en el dominical de EM habla de El azar y la necesidad de Jacques Monod. 1970. Lo tuve en mis manos, lo leí en parte, pero no completo y, lo peor, no supe ver su trascendencia. Viví en Francia un año y medio maravilloso, más o menos por entonces, y aunque me impregné del espíritu ilustrado no lo hice con suficiente fuerza. Leía Charlie Hebdo. Foucault y Althuser estaban de moda. He leído muchos libros la mayoría intrascendentes. He perdido el tiempo, he llenado mi cabeza de ideas falsas, anodinas y dañinas. No tuve un mentor que me guiase, fui autodidacta, como estudiante aplicado seguí la corriente principal. La lectura detenida e inteligente de Jacques Monod me hubiese ahorrado años de lecturas inútiles, me hubiese adelantado en años en la comprensión de cosas que ahora sé. Ni entonces ni ahora el sistema educativo español ha sido útil a quienes procedían de familias humildes. Impotencia.


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