miércoles, 23 de junio de 2021

La peor burguesía

 


Poco antes de salir a caminar ojeo lo que dicen los diarios del día. No tiene uno muchas ocasiones al cabo del año de caminar entre los picos de los Pirineos. El día es lluvioso, primero lluvia fina después más intensa, en algunos momentos jarrea. Ayer subí al Perdiguero, un pico por encima de los 3200. Me pesan las botas, me duele las articulaciones y los músculos porque hace bastantes días que no entreno. Lo más bonito son los dos ibones que nos encontramos en la ruta, y el que más el Ibón Blanco, por cubierto de nieve y hielo. Llega un momento, a falta de cubrir el último medio kilómetro de desnivel, que la subida se hace apestosa porque el acceso y el propio pico es un montón de piedras grandes y esquinadas con huecos entre ellas que hacen la subida pesada. A falta de 200 m caen las nubes y ya no se ve donde uno pisa así que renunciamos a la subida que teníamos a huevo. La bajada se hace larga. Hoy, bajo la lluvia, hemos hecho un paseo tranquilo buscando las numerosas cascadas, entre ellas la Gorga del Alba, chorrones violentos de agua en esta época. Un paseo que permite la meditación y la contemplación. 


Las noticias que he visto en el periódico me envuelven en la desesperanza. El acto del Liceo. El presidente del gobierno entregado, humillando al país que representa, ante la peor burguesía de España, no solo de ahora sino de los dos últimos siglos. El pistolerismo que mataba obreros hace justo un siglo, la organización desde Barcelona de la dictadura de Primo de Rivera, el apoyo a Franco en el 36, la misma burguesía que después jugaría a dos bandas, franquismo y nacionalismo, esperando obtener beneficios de una u otra parte. Si uno repasa la historia, da pavor ver cómo han tratado a los obreros, a los inmigrantes que recluían en los 60 en Montjuic, a las clases bajas de la población de las que desprecian su procedencia, su lengua, su cultura, se sientan ahora ante el presidente esperando recibir mucho más de lo que les corresponde del maná de los fondos europeos. Una burguesía que no vive del emprendimiento -qué será eso- sino de las ubres de Estado a las que ordeñan todo lo que pueden. 


Duele que el resto de la sociedad les haga el coro, le haga el coro, que no haya un gramo de lucidez. Y todo ese mundillo repugnante maloliente egoísta sin un pensamiento en el bien común, que se ha sentado en el Liceo, que se presenta como progreso y como futuro. Esa mezcla de los sectores más reaccionarios de la iglesia y del empresariado mas vil junto a la cultura subvencionada, que proyecta la España del futuro. Qué amargo chiste. La impresión de que no hay salida por lo menos a corto o medio plazo. Una impresión que no se me va a pesar del paisaje que contemplo, las nubes pegadas al asfalto, los picos levemente iluminados sobrevolando la atmósfera húmeda pero agradable, un paisaje que permanecerá después de las actuales miserias.


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