miércoles, 25 de diciembre de 2019

Recuperando buenas películas



Al final de año suelen reactivarse algunas de las mejores películas, porque es época de premios o porque los balances les dan una segunda oportunidad. Yo también aprovecho para ponerme al día.

Siempre me ha gustado la ciencia ficción, aunque es raro encontrar una buena peli de este género, hay mucha morralla. He rescatado dos aceptables: Ad Astra y High Life. En la primera Brad Pitt inicia un viaje íntimo por el espacio en busca de su padre, un astronauta explorador perdido en el espacio en una misión hacia Neptuno. La búsqueda personal se alía con una misión para salvar al mundo del apocalipsis, aunque pronto esto último queda en segundo plano dando paso a una película serena, algo morosa, en una suerte de viaje existencial, en la tradición del buen cine del género, con películas como 2001, odisea en el espacio o Gravity. Hay quien la ha comparado con El corazón de las tinieblas.

High Life es más compleja y difícil de pillar. Un grupo de voluntarios más o menos forzados deciden participar en una misión experimental hacia un agujero negro. Aquí se trata más bien de personalidades complejas enfrentadas a una situación límite. Hay por tanto momentos de tensión, violencia y muerte. Al final solo quedarán dos, un adulto y un bebé, que ha sido concebido durante el viaje. Me recuerda a una vieja película, La isla del doctor Moreau (1977). Hay quien la considera la mejor película del año, no creo que sea para tanto. La ambición que pone la directora, Clare Denis, no alcanza las expectativas, al menos en mi caso.


Me ha sorprendido gratamente, Puñales por la espalda, aún en cartelera. He ido a verla una tarde lluviosa sin esperar gran cosa de la enésima adaptación de una obra de Agata Christie. La mueve un parecido espíritu de reanimación de viejas glorias al de El irlandés de Scorsese. Pero mientras en la peli de Scorsese los caretos de los actores derrochan seriedad y trascendencia, algo penosa, aquí Daniel Craig, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon o Christopher Plummer se autoparodian. Lo de menos es la historia criminal y su resolución, lo más interesante son los diálogos llenos de humor y burla sobre el propio cine o cuestiones de actualidad. Con otra sorpresa añadida, Ana de Armas. Me he divertido mucho. Y sí, la pondría entre las mejores del año. Yo iría a verla uno de estos tan aburridos días.


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