domingo, 14 de diciembre de 2008

De sectas y sectarios

Trae hoy el periódico historias abyectas de gente ordinaria. No creo que tenga mayor interés saber de la vida de los asesinos, cómo no sea para aquellos que entre el miedo y el arrobo se rinden ante la violencia. Sólo se trata de sectas y de sectarios que están abducidos a la esclavitud por su ideología.

La primera historia habla de una etarra condenada a 57 años de cárcel, que protesta ante la banda porque ésta le pide dinero a su cuñado, el ex futbolista Txiki Begiristain. Nos muestra la prensa una serie de cartas cruzadas entre la etarra y sus jefes de la banda.
Con éste lenguaje de sacristía, la organización extorsionaba al "Señor Txiki BEGIRISTAIN":
Al igual que hacen muchos abertzales, quizá nos querría hacer llegar una cuota anual. Si su respuesta es afirmativa, le proponemos que la cantidad de esa cuota sea de SEIS MIL (6.000) euros. Le repetimos que es una petición de voluntad, y a la espera de tener pronto noticias suyas, reciba un cálido y cordial saludo.
Y la cuñada -la asesina de Ernest Lluch- les responde:
Además de expresar mi orgullo, asumí todas las acciones de ETA, hasta las de antes de nacer yo. Pero yo no puedo asumir de ninguna manera el amenazar a mi familia, y además, cuando de ninguna forma no es enemigo!!! Estamos confundidos... (...).
Es cierto que mi cuñado gana más que un sencillo trabajador, pero ¿hemos perdido la cabeza hasta este punto como para pedir también dinero a éstos?

La otra historia va de asuntos más lóbregos y mórbidos. Toda una familia de la localidad guipuzcoana de Lasarte-Oria congregada en torno a la violencia. En el centro al recién detenido Aitzol Iriondo -breve jefe de la banda, pero tenaz asesino. Dispuestos a matar y a no ver en ello mal alguno. El tío materno, José María Iartza Etxenike, miembro de ETA fue condenado a 155 años en los 70 por participar en secuestros y atentados (se salvó gracias a la Ley de Amnistía de 1977). La hermana de Aitzol, concejal del pueblo se negó a condenar el asesinato del también concejal del mismo ayuntamiento Froilán Elespe, probablemente asesinado por su hermano, ahora detenido. La madre, concejal porANV de la misma localidad, exclamó, según varios testigos presenciales:
"Estoy orgullosa de mi hijo".
La alcaldesa socialista del pueblo sostiene, y no parece faltarle la razón:
"Creo que hay gente irrecuperable para la sociedad después de años inmersos en la cultura de la violencia. Hay que ser conscientes de ello. Es dramático que la madre del supuesto asesino esté en la corporación".
Un dato final, muy importante:
El miércoles pasado, una marcha recorrió otra vez la localidad con gritos de "Aitzol askatu [liberad a Aitzol]". Años atrás, un acto similar habría congregado a centenares de personas en este pueblo de 18.000 habitantes; el miércoles, apenas llegaban a los cincuenta.

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