martes, 25 de noviembre de 2008

El exilio en México es una buena opción

Hay gente que escribe cosas como estas:
"Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.
 Hay que volver a la España grasienta, rancia, maloliente de Lerroux para despreciar a los enemigos políticos, religiosos o de cualquier otro tipo de ese modo. Cómo podemos entretenernos con esas tonterías y ese odio barato. Al final de su artículo dice esta mujer escritora, Almudena Grandes,
Por eso, cada vez es más difícil vivir en una democracia que desprecia su propio honor, para reverenciar sumisamente el de sus verdugos. Habrá quien, como Maravillas, le vea la gracia a esta humillación. Yo no, así que, por si toca exiliarse, me voy pidiendo México.
 Este tampoco tiene desperdicio.
MASSA CADÀVERS, MASSA SANG: la història recent d'Espanya és com un coàgul, un immens coàgul, i, com a tal, genera disfuncions.

Creo que sería una magnífica idea, que se exilien en México y nos dejen tranquilos una temporada.

Añado una precisión que he encontrado aquí:
Grandes cita un artículo del mismo periódico (socialdemócrata) en el que atribuían a la Madre Maravillas la frase o conseja "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta", y la usa para apoyar con un extraño sentido de la ecuanimidad su argumentación a favor del juez Garzón con un chiste a propósito del goce que hubiera podido producirle a la monja un encuentro con "una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos"... Y sigue diciendo "En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor." Tampoco voy a ponerme a esperar que la Ministra Aido salga a escandalizarse por tan machista "broma". Sin dejar de ser consciente de que una columna, o incluso un reportaje de varias páginas, no da para muchas precisiones (aunque si permitan aportar granitos de arena a estrategias manipuladoras) me voy a conformar con señalar un vicio periodístico: La frase atribuida a la Madre Maravillas, en realidad, es de San Juan de la Cruz. No es difícil de encontrar: está en el versículo 32 de los Avisos Espirituales...
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Esta hermosa foto de Alberto Aja.

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